Presos políticos de diferentes partes del mundo enciaron una carta a la ONU denunciando la situación de las cácerles en medio de la pandemia del coronavirus.
Así lo afirmó Graciela Rojas, de la ONG Mujeres Tras las Rejas en relación a la situación en los penales. Este lunes gran cantidad de pabellones de unidades penitenciarias de Rosario y Santa Fe comenzaron una huelga de hambre pacífica en reclamo de varias medidas. Los internos piden la intervención de los jueces de Ejecución Penal y una mesa de diálogo con las autoridades competentes.
"Desde el PRO nos oponemos rotundamente a la liberación de presos que generen riesgos a la sociedad y a sus víctimas”, consignó el partido de Juntos por el Cambio en un comunicado.
En las tres unidades penitenciarias los reclamos son coincidentes: medidas de higiene y seguridad, cuidados para los internos de riesgo o de avanzada edad y medidas alternativas para los que gozan de salidas transitorias o ya estaban terminando de cumplir su condena. Además, piden una mesa de diálogo con autoridades y jueces de Ejecución Penal.
Después de los sucesivos motinos ocurridos en los penales de Coronda y Las Flores, piden urgentes medidas de salud y seguridad para la población carcelaria y advierten que si se expande la epidemia dentro de las prisiones, el virus se expande en la sociedad.
Presos generaron disturbios en las penitenciarías de Coronda y Las Flores (Santa Fe capital) en reclamo de mayores condiciones de higiene para prevenir la enfermedad.
La Junta de Correcionales de Nueva York advirtió que hay 38 casos confirmados de coronavirus en las cárceles del distrito.
Así se desprende de un informe de la encuesta realizada este año por la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF), que estimó que en el país hay 63.094 personas privadas de su libertad.
También dedicó el Sumo Pontífice palabras para la situación de "la gente que espera en una prisión, por una condena preventiva, sin tener garantizada la presunción de inocencia".
Es un taller de diseño en indumentaria para las internas, a fin de brindarles una herramienta para practicar un oficio dentro del establecimiento y ayudarlas en su reinserción laboral.
Los encargados de la seguridad ponen todo el énfasis en las medidas represivas… ahora bien, cuando ya los agarraste, cuando están detenidos, es imprescindible hacerlos mejores. Para todo eso, lo único es la educación.
En el barrio Santa Lucía realizaron un relevamiento en 450 casas donde se detectaron 84 personas que no sabían leer y escribir.