En julio también había entrado en actividad y produjo la muerte de 194 personas. Tiene 3.7363 metros de altura, está localizado a 35 kilómetros al sudoeste de la ciudad capital y las columnas de cenizas superan 1.000 metros sobre el cono volcánico.
Comenzó a hacer erupción el 3 de mayo, forzando la evacuación de 2.000 personas de sus hogares ubicados en la montaña. Hasta ahora 40 casas y otros edificios han sido destruidos por la lava roja que fluye del volcán.
En pocas horas el viento extendió las llamas por miles de hectáreas. Afortunadamente no hubo muertes, aunque sí heridos. Una de las zonas más perjudicadas es la localidad de Santa Rosa, donde escuelas y negocios debieron ser cerrados.
El estado de emergencia fue anunciado en las ciudades céntricas del país, lo que ocasionó la cancelación de algunos vuelos internacionales. Se recomendó a la población no entrar en pánico, pero sí tomar las medidas de precaución correspondientes.
Luego del incendio que afectó 50 hectáreas de bosques en la localidad la lluvia llegó a varias localidad balnearia bonaerense.
Después de una semana de ceremonias y de un cortejo fúnebre que recorrió casi toda la isla, las cenizas del mítico líder llegaron al cementerio de Santa Ifigenia y en una ceremonia privada para familiares y algunas personalidades, fueron enterradas en su última morada.
Las honras fúnebres continúan hoy, para luego llevar sus cenizas hacia 13 de las 15 provincias y finalmente depositarlas el domingo en el cementerio de Santa Ifigenia. Además, varios presidentes y personalidades se acercarán para recordarlo.
El macizo, que forma parte del complejo volcánico Ampato- Sabancaya, retorna a este proceso luego de 18 años, tras una etapa eruptiva que duró 8 años, entre 1986 y 1998.
"No está permitida la conservación de las cenizas en el hogar", ni "la dispersión de las cenizas en el aire, en la tierra o en el agua", o su conversión como recuerdos conmemorativos, según estipulan las nuevas disposiciones.
Se trata del monte Aso, ubicado en una zona al sudoeste del país, que causó la evacuación de 30 personas y el desvío de varios vuelos. Produjo una columna de humo que alcanza los 2 kilómetros de altura.
El Calbuco activó una alarma entre los intendentes y empresarios de la cordillera patagónica, que observan cómo los turistas deciden postergar o cancelar sus vacaciones en esa región.
Su actividad interna podría desembocar en una nueva erupción por lo cual, en Chile, se mantiene el alerta roja. Según el Servicio Nacional de Geología y Minería "podría durar meses".