El nuevo gobierno, conocido como la coalición negro-azul por los colores representativos de cada partido, se formó tras casi dos meses de negociaciones, luego de las elecciones parlamentarias del pasado 15 de octubre.
Esta alianza corona un año de éxitos para la extrema derecha en Europa, con un gran avance en Holanda, Francia y Alemania.
El conservador Partido Popular (OVP) ganó las elecciones legislativas, en tanto la extrema derecha neonazi quedó segunda, según los sondeos no oficiales difundidas por los medios locales después del cierre de votación. La gran promesa joven de los conservadores, Sebastian Kurz, se impuso con el 30,2% de los votos.
Por 450 votos a favor, 35 en contra y 100 abstenciones, los eurodiputados condenaron la situación en el país sudamericano y pidieron a la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, apoyar la resolución adoptada en abril por la Organización de Estados Americanos
El debate para esta votación estaba originalmente programado para la noche del jueves, pero la perspectiva concreta de un fracaso para lograr su aprobación hizo que la sesión se postergara para este viernes.
Con una fuerte andanada de críticas y acusaciones cruzadas, los ex primeros ministros franceses comenzaron hoy la campaña para su duelo del próximo domingo en las primarias de la derecha francesa.
La moción obtuvo 246 votos a favor, 42 menos de los 288 que necesitaba para ser aprobada, por lo que el gobierno socialista se mantiene y la reforma laboral se considera aprobada en su primera lectura legislativa.
En la jornada electoral a nivel local se votaba a los alcaldes de 300 ciudades, gobernadores de dos estados y legisladores estatales de otros tres estados. Así ocurrió en las elecciones legislativas de noviembre de 2014.
La Presidenta rechazó la resolución juidicial sobre las elecciones en esa provincia. "De esta forma parece que estamos en épocas pre democráticas", agregó. Habló por cadena nacional.
Los conservadores habrían logrado una victoria sobre los laboristas de Ed Miliband. Los 'tories' podrían gobernar con los Liberal-Demócratas, que pasarían de 56 a 10 escaños