Los ciudadanos podrán elegir en las urnas si quieren una nueva Constitución o prefieren reformar la existente, creada en 1980 durante la dictadura de Augusto Pinochet.
Con una mayoría de seis votos de un total de diez, la máxima instancia judicial turca falló que vetar el acceso a la enciclopedia digital viola la libertad de expresión garantizada en la Carta Magna.
De esta manera, 14 millones de chilenos votarán para responder si aprueban o rechazan crear una nueva carta magna, mientras que también determinarán el mecanismo para modificarla entre una Convención Constituyente 100% electa o Convención Mixta con 50% de delegados electos y 50% de congresistas.
La puesta en marcha del proceso constitucional fue habilitada poco más de un mes después de que varios partidos firmaran el “Acuerdo por la paz y una nueva constitución” y al cumplirse dos meses exactos del inicio del estallido social que sacudió al país.
Si bien no es una votación formal, el objetivo de la convocatoria es poder preguntarle directamente a la gente cuáles son los temas de interés público que hoy día están en la agenda y que serán importantes para la reforma constitucional.
Luego de intensas negociaciones, se llegó a un acuerdo. Sin embargo, el precio de la apertura del debate sobre la nueva Constitución fue muy alto.
El gobernador se refirió en ciudad de Santa Fe al duro momento social y económico del país, en el marco de una reunión con empresarios por el Día de la Industria. Sostuvo que la actividad económica se paralizará ante las medidas y sucesos de los últimos días.
Se realizó en el Congreso de la Nación la tercera jornada de debate sobre la reforma constitucional de la que participaron legisladores y especialistas en ciencia política y se abordó el impacto de la reforma en el sistema político, el Pacto de Olivos y los desafíos pendientes.
El nuevo mandatario hizo un llamado a la unidad nacional para afrontar los "retos monumentales" que tiene Panamá en materia de desigualdad y la pobreza, y remarcó que "no hay margen para la indiferencia" con los menos favorecidos.
Cerca de las once, un grupo de feriantes junto a la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) y de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) intentaron descargar cajones de verduras en la plaza. Hubo disparos.
La institución criticó el texto por contener un sesgo ideológico y afirmar que abre la puerta al matrimonio entre personas del mismo sexo.
México se negó a firmar la carta del “Grupo de Lima” en donde se condena la toma de posesión del Presidente Nicolás Maduro.