Además, los 15,1 quintales por hectárea de promedio obtenidos significaron un retroceso del 24,5% respecto de la temporada anterior.
En el centro de la provincia se llegó a cosechar el 92% de los lotes, pero la cifra bajó al 75% en el centro y sur del área de estudio.
En el relevamiento semanal se observó apenas un 25% de los lotes en estado bueno, un 50% regular y un 25% malo, al margen de los cultivares que ya fueron picados/embolsados, enrollados o destruidos para una futura siembra.
A diferencia de los ocurrido en Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, la provincia de Entre Ríos registró un buen desempeño en el cultivo de este grano y podría paliar las pérdidas, pero se prevé que en diciembre se despacharán al exterior 540.000 toneladas del cereal, un 66% menos del volumen despachado en todo diciembre de 2021.
La sequía y las heladas provocaron la pérdida de 400.000 hectáreas sembradas con trigo, por lo cual se estima que la producción de este grano caerá un 83% en relación al año pasado. Esta situación podría elevar los precios en el mercado interno, causando subas en la harina, los fideos y el pan, por solo nombrar algunos productos de la canasta básica.
Se espera que la cosecha de trigo llegue hasta las 15 millones de toneladas, previsión que, de concretarse, ubicaría el ciclo 2022/23 como el peor de los últimos siete años. Esta situación podría afectar la cantidad de dólares que ingresan al país por exportaciones.
Los datos surgen de un informe elaborado por la Bolsa de Comercio de Rosario, que también advierte que otras 400.000 hectáreas, un 34% del total, están en muy malas condiciones y podrían seguir el mismo destino.
En la campaña 2021/22 se sembraron unas 217.100 hectáreas, de las cuales se cosecharon 202.250 y se perdieron unas 14.850 (7%).
Mientras que en la campaña 2021/22 se cosecharon unas 23 millones de toneladas de trigo, se espera que esta cifra caiga a 17,7 millones de toneladas en el período 2022/23.
En los últimos seis meses, el sector exportador lleva adquiridas más de 17 millones de toneladas de trigo, mientras que el sector molinero sólo realizó compras por 2,68 millones de toneladas.
A causa de las inclemencias climáticas, en la campaña 2021/22 se perdieron 185.000 hectáreas, que representan cerca de un millón de toneladas.
Los productores ya piensan en la rotación de cultivos, con el trigo como principal opción, a pesar de que en esta compaña podría sembrarse menos que el año pasado. Por el conflicto entre Rusia y Ucrania, el precio y la demanda de este grano están en alza.