Una mujer embarazada y a un enfermero con 28 años de antigüedad, entre otros empleados, fueron despedidos del nosocomio de Buenos Aires.
Según lo que resuelvan las partes, los trabajadores llevaran adelante o no la medida de fuerza planeada para el día de hoy. Todavía son 33 los empleados que siguen despedidos.
La medida de fuerza es para exigir la reincoporación de los trabajadores despedidos en las plantas de Cargill ubicadas en Villa Gobernador Gálvez, Punta Alvear y Bahía Blanca. Será por tiempo indeterminado.
Se dictó la conciliación obligatoria, por lo que la metalúrgica deberá reincorporar a los cinco empleados cesanteados.
La Federación de Aceiteros junto a la CTA Autónoma Regional Rosario y partidos políticos conmemoraron el Día del Trabajador con un acto en Villa Gobernador Gálvez.
“Nos echaron pero nosotros sabemos que vamos a volver”, afirma Claudio Campos, uno de los cesanteados de Cargill, a Conclusión. Mientras que Lautaro Sarmiento, de la oficina de Pensiones local sigue concurriendo a su puesto a pesar de haber recibido el telegrama.
El Juez en lo laboral Nº 4 de Resitencia, Chaco, consideró ajustado a derecho el despido de los trabajadores por realizar expresiones vulgares hacia una mujer en la vía pública.
Así se expresó en diálogo con Conclusión Adrián Dávalos, líder de los Aceiteros durante la asamblea de trabajadores que se realizó en las puertas de la planta de Villa Gobernador Gálvez. “Hasta que no se reincorporen todos no vamos a cesar”, remarcó.
La empresa Envases del Plata había despedido a 20 personas, y ante el paro del resto de la planta, echó a 35 más. Pero el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria y detuvo las cesantías.
Las notificaciones llegaron el último día hábil del año, y según expresa el comunicado, fue solicitado por Macri y Vidal.
“Están usurpando y militarizando nuestra casa, nuestra fábrica. Pero la vamos a defender y con propuestas”, manifestó Raúl Daz, secretario general de ATE Rosario.
Un fuerte operativo policial se desarrolló en la ruta nacional 34 a la altura de la localidad jujeña de San Pedro, para desalojar una movilización de trabajadores del ingenio azucarero La Esperanza que reclamaban por la reincorporación de despedidos.