Los dos países están en lados opuestos en la guerra de Siria: Rusia apoya al régimen de Bashar Al Asad y Turquía a los rebeldes que luchan contra él.
A más de tres meses del intento de golpista contra el presidente turco Erdogan, su gobierno señala como el cerebro del levantamiento cívico-militar al predicador Fethullah Gulen, un ex aliado auto exiliado en Estados Unidos.
El acuerdo lo firmaron el ministro de Energía ruso, Alexander Novak, y su contraparte turca, Berat Albayrak, para enviar gas ruso a través del mar Negro hacia Europa.
Las Naciones Unidas indicaron hace tres meses que el número de personas que huyó de guerras, persecuciones y situaciones de violencia en el mundo alcanzó el récord mundial histórico de 65,3 millones.
El presidente islamo-conservador, Recep Tayyip Erdogan, hombre fuerte de Turquía desde 2003, es a menudo criticado por su vocación autoritaria e islámica.
El ejército turco, apoyado por las fuerzas de la coalición antiyihadista, lanzó al alba su mayor operación militar en Siria desde el inicio del conflicto, "Escudo de Éufrates".
El gobierno turco lanzó hoy una serie de operativos militares contra centenares de empresas supuestamente vinculadas a la cofradía Hizmet, que dirige el predicador islamista.
La medida excluye de hecho cualquier persona encarcelada por su implicación en el intento de golpe de Estado militar del 15 de julio.
El presidente turco, Recep Tayip Erdogan, afirmó que Turquía estaba entrando en un "período muy diferente" en sus relaciones con Rusia, y que la solidaridad entre los dos países ayudaría a la solución de los problemas regionales.
Los detenidos se enfrentan a dos acusaciones: ser miembro de una organización terrorista y conspirar para derrocar el Gobierno, explicó el abogado Elkan Albayrak.
Bajo la consigna “Contra el golpe de estado y por la democracia”, más de 40.000 personas apoyaron al presidente turco luego del fallido golpe de Estado. En el país gobernado por Angela Merkel viven más de un millón y medio de turcos.
El ministro del Interior Efkan Ala anunció el viernes nuevas cifras mostrando la magnitud de esa "gran limpia" tras la noche del levantamiento del 15 de julio, que se saldó con 270 muertos.