Argentina requirió el waiver por no cumplir en tiempo y forma con la entrega de los resultados fiscales actualizados. Desde el Gobierno se alegó que solo se debía a una cuestión meramente administrativa por modificaciones en las fechas de las reuniones pactadas con el Fondo.
No es lo mismo alcanzar un superávit comercial por un repunte de las exportaciones producto de una mejora real de la competitividad, que por un desplome de las importaciones resultante de una mega devaluación.
Los resultados expresan los costos de mantener una política económica que para algunos economistas oficialistas permite alcanzar cierta estabilidad cambiaria, algo tan loco como pensar que el capitán de una nave llegará a buen puerto usando de combustible a sus marineros.
El primero de marzo pasado, el presidente, Mauricio Macri, abrió por última vez durante su actual mandato las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación. El discurso causó mucho malestar hasta en el mismísimo mundo de las finanzas que al día hábil siguiente empezó a vender activos argentinos en el exterior.
Empezando por los números, vale decir que en enero de 2019 se registró un superávit fiscal primario de $16.658 millones, hecho festejado en vistas del cumplimiento de las metas impuestas como parte del programa con el FMI.
Los números revelaron que el sector de la economía que más mano de obra emplea solo utilizó un poco más de la mitad de su capacidad productiva.
Lejos de los anuncios “el mejor equipo de los últimos 50 años” batió el record de inflación, superando cualquier registro de la era kirchnerista.
Según la información expuesta por el Indec, en el tercer trimestre del corriente año, la tasa de desempleo (relación entre los desocupados y la población económicamente activa –que trabaja o busca trabajo-) se ubicó en 9%, la tasa de empleo en 42,5% y el nivel de actividad en 46,7%.
Dante Sica, sostuvo que “no estamos viviendo una crisis de empleo”, pero con los últimos cambios introducidos por el Presidente Mauricio Macri en el organigrama del estado nacional, su cartera incluye al ex Ministerio de Trabajo, actualmente devenido en secretaría.
El economista Esteban Guida explicó a Conclusión las causas del aumento de la divida y consideró que “ni los inversores internacionales ni los agentes económicos locales creen que haya una salida viable para el modelo económico”.
En los últimos días, el dólar mayorista sobrepasó el techo de los 30 pesos y en el mercado minorista la divisa estuvo en los 31 pesos. Los datos muestran con crudeza el colapso del modelo macrista.
Los dos países enfrentan una gran exposición en los mercados internacionales por sus elevados déficits de cuenta corriente y el alto nivel de deuda externa con relación a su PIB.