Las localidades que mayor cantidad de evacuados tienen son Reconquista, Las Toscas, San Javier, Colonia Margarita, Santa Rosa de Calchines y Arroyo Leyes.
Se hizo en conjunto con la provincia para lograr agilizar el trabajo y la ayuda a los damnificados. Desde la intendencia decidieron el suministro de energía eléctrica en forma preventiva.
Los desbordes se dieron en el río Grande en las inmediaciones de Tilcara. Las autoridades dispusieron un operativo de emergencia y asistencia a los afectados.
Todavía hay un lento descenso de los ríos Paraná y Salado. Si bien permanecen zonas anegadas en la zona costera, muchas familias ya empezaron a limpiar y a acondicionar sus viviendas para retornar.
El nivel del río en los puertos de la provincia de Santa Fe se mantiene estacionario y 611 del total de evacuados corresponden a la ciudad capital. Continúan con atención sanitaria y medidas preventivas.
El Paraná y el Salado continúan estacionados en 6,27 y 6,28 metros respectivamente según el informe de Prefectura Naval y de la Universidad Nacional del Litoral.
Autoridades de la vecina ciudad entrerriana confirmaron el descenso de 10 centímetros de las aguas. El pico máximo días atrás fue de 6,60 metros, mientras que hoy se encuentra en los 6,30.
Con la angustia de haber perdido mucho, los evacuados de la ciudad entrerriana comenzaron paulatinamente retomar sus actividades. A pesar de todo, todos coincidieron en destacar la solidaridad recibida.
El río llegó ayer a los 6,60 metros y desbordó en distintos puntos de la localidad. En la jornada de hoy bajó pero la situación se complica y suman cincuenta las familias que fueron rescatadas.
El gobierno de la ciudad de Santa Fe informó que continúan casi 700 personas en refugios municipales pese al descenso de los dos ríos. Anuncian que las aguas seguirán bajando en los próximos 10 días.
El río Paraná está en 6,48 metros en el puerto local, en tanto que el río Salado llegó a 6,50 metros en la vecina ciudad de Santo Tomé. Las 188 familias afectadas se encuentran en refugios municipales.
Lo determinó el gobernador de la provincia entrerriana, Gustavo Bordet, por un plazo de 150 días. La medida fue tomada por "las extraordinarias precipitaciones pluviales y la consecuente crecida de los ríos".