En un comunicado, el vicepresidente de la Comisión, Maros Sefcovic, apuntó que esa iniciativa "dañó seriamente la confianza" entre las partes y que "ahora le cabe al Gobierno británico restablecerla".
El ministro de Vivienda, Robert Jenrick, apuntó que "los jóvenes tienen la responsabilidad, no de quedarse en casa, sino de salir e ir a trabajar y disfrutar de los pubs y restaurantes, de acuerdo con las pautas". El ministro de Salud, Matt Hancock les pidió que "no maten" a sus abuelas contagiandose el coronavirus "y luego transmitiéndolo".
Desde el 15 de junio será obligatorio usar tapabocas en autobuses y trenesmie, mientras que desde el próximo lunes los viajeros deberán aislarse por 14 días. Los eventuales infractores estarán sujetos a una notificación de penalización fija de 1.000 libras, equivalente a unos 1.264 dólares.
Entre las informaciones falsas, figuran el descubrimiento de una vacuna contra el coronavirus que circula en Facebook, mientras que en Twitter, otra noticia afirma que el uso de la cocaína sirve para "matar" el virus.
Los conservadores, liderados por el primer ministro, Boris Johnson, ya anticiparon que no darán su autorización a un nuevo referendo, mientras el Partido Laborista, principal fuerza de la oposición, no fijó una posición clara.
En su primera reacción, el gobierno británico se mostró descolocado, en etapa de "evaluación" del suceso y en búsqueda de "urgente información", según una fuente oficial citada por la agencia EFE. La postura de Trump y Estados Unidos.
En una carta enviada por la primera ministra Theresa May y leída en el parlamento, el gobierno se disculpó con ex líder opositor del Grupo Islámico combatiente y su esposa Fátima Boudchar. Ambos fueron secuestrados por por los servicios secretos británicos y estadounidenses.
La primera ministra lo hará después de la renuncia obligada en el pasado diciembre de su viceprimer ministro, Damian Green, cuando éste reconoció haber mentido sobre el hallazgo de pornografía en sus computadoras.
El portavoz oficial negó la versión publicada por un periódico británico, y afirmó que la cifra era una "especulación errónea", ya que sería inaceptable para el gobierno o los votantes del Brexit entregar una suma tan grande.
David Davis, el ministro británico del Brexit, manifestó: "No es una amenaza, es una constatación del hecho de que sería perjudicial para ambas partes que no lleguemos a un acuerdo. Es un argumento para lograr un acuerdo".
La política nacionalista considera que el gobierno británico tiene el deber político de defender la voluntad expresada por los escoceses en el referendo europeo de junio, en el que un 62 % de escoceses votó a favor de continuar dentro de la UE.
El gobierno británico lo resolvió en medio de las negociaciones entre el Reino Unido y la Casa Rosada. “Hemos sido muy abiertos para mejorar las relaciones bilaterales pero esto no incluye negociaciones sobre la soberanía”, remarcó el ejecutivo isleño.