Desde ese sector político, tanto las fuerzas oficialistas como Liga y Fuerza Italia, y las opositoras como Hermanos de Italia, ya plantearon la intención de apoyar al tres veces primer ministro Silvio Berlusconi para la jefatura del Estado.
Mientras que el Gobierno italiano evalúa un posible toque de queda, la preocupación de la Nación rusa pasa por la baja cantidad de vacunados y por el incumplimiento social de las normas de precaución. Las autoridades sanitarias alemanas advierten que tienen que “tomar medidas ya”.
El Producto Bruto Interno del país europeo creció en el segundo trimestre de 2021 un 2,7% frente a los primeros tres meses del año y 17,3% frente al mismo período de 2020, cuando recién se empezaban a sentir las consecuencias más graves de la pandemia.
Los participantes de la manifestación fueron convocados por el movimiento No Paura Day (Día Sin Miedo) que persigue el objetivo de que la gente "sea cada vez más consciente de lo que quieren imponer a toda la población, utilizando como excusa una falsa pandemia y un verdadero estado de emergencia militar".
Mientras el referente de la derechista Liga, Matteo Salvini, consideró que junto al primer ministro están trabajando en un Gobierno de reconstrucción nacional, Lia Quartapelle del Partido Democrático aseguró que “no sería correcto que deje su cargo en pocos meses”.
Mientras el Movimiento Cinco Estrellas ratificó su apoyo a la actual alcaldesa, Virginia Raggi, el Partido Democrático hizo lo propio con el ex ministro de Economía. Roberto Gualtieri.
El flamante primer ministro italiano prometió que se esforzará para “superar la emergencia sanitaria y la crisis económica” que atraviesa el país. Adelantó que apoyará a las pequeñas y medianas empresas para que el sector pueda internacionalizarse.
El Partido Democrático (PD), el Movimiento Cinco Estrellas (M5E), Libres e Iguales (LeI), Italia Viva (IV) y otros aliados minoritarios iniciaron el segundo y último día de trabajo para consensuar un programa de Gobierno que deje por escrito los compromisos de cada fuerza y que es considerado el primer paso indispensable para despejar el regreso de Conte como premier.
El legislador de doble nacionalidad dijo que de no ser así, “la salida debería ser darle otra vez la voz a los italianos”, en alusión a un llamado a elecciones. Calificó al primer ministro dimitente como “el dirigente más popular del país”.
Aunque Giuseppe Conte ya no permanece en su cargo, la ronda de consultas de Mattarella podría derivar en su tercer gobierno, pero si fracasan las negociaciones podrá disolver la constitución actual del parlamento y llamar a elecciones anticipadas para desbloquear la situación.
La crisis política desatada desde los inicios de enero por el retiro de apoyo a la coalición del gobierno del ex primer ministro Matteo Renzi, hizo que ponga fin a su segundo mandato consecutivo. Buscará recibir el encargo del presidente Sergio Mattarella para formar un nuevo gobierno.
El canciller Luigi Di Maio le puso límite a la situación al decir que o encuentran "la mayoría en 48 horas, o mejor ir a votar". El primer ministro continúa con reuniones para ganar espesor político.