Las protestas, iniciadas el jueves después de que el tipo de cambio en el mercado negro subiese por encima de las 5.000 libras libanesas por un dólar, continuaron por segunda noche consecutiva pese a las medidas anunciadas ayer por el gobierno de Hassan Diab para atajar la situación.
"La pandemia ha desnudado una profunda desigualdad y una gran inequidad en el mundo", expresó Oscar Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina.
En las últimas horas, se registraron movilizaciones en barrios de la capital chilena ante la falta de alimentos y de trabajo en medio de la pandemia de coronavirus. En tanto, las protestas fueron reprimidas por los carabineros.
En ese marco, en apoyo a la convocatoria interreligiosa del Alto Comité para la Hermandad Humana, el Papa convocó a la humanidad a "pensar en los demás".
Un informe de la Organización Internacional del Trabajo señala el dilema imposible de resolver que afrontan más de 2.000 millones de trabajadores de todo el mundo.
Veintidos recolectores y trabajadores de comedores barriales, fueron detenidos por violar el aislamiento al manifestarse frente a la Municipalidad de Villa Constitución, donde exigieron mayor presencia estatal ante la crisis alimentaria.
Para calmar la urgencia alimentaria que sufre el barrio, un grupo de vecinos decidió llevar adelante esta iniciativa solidaria para brindar un plato de comida en medio de la pandemia.
Las organizaciones sociales vienen advirtiendo que los efectos del escándalo por la compra con sobreprecio, hoy tiene perjudicados, y que más allá de las sanciones a funcionarios, hace quince días que los barrios no tienen alimentos por esa causa.
El ministro de salud de ese país manifestó que “la estrategia será mantener el aislamiento preventivo obligatorio para los grupos específicos y la cuarentena preventiva obligatoria para toda la población”, más allá del 27 de abril. Medellín, Bogotá y Cali hicieron sentir su voz.
Esta mañana, durante la misa que celebró en la capilla de la residencia Casa Santa Marta, donde vive en el Vaticano, Francisco había convocado a pensar "el después de la pandemia" y mostró su preocupación por los "problemas" que traerá el coronavirus, como "pobreza, trabajo y hambre".
La realidad que parece comenzar a reflejarse en las barriadas rosarinas, como consecuencia del parate inevitable de la actividad económica (formal o informal) derivada del necesario aislamiento, resulta desesperante y no hay tiempo para llenar formularios. Desde el municipio por ahora se concentran en gestionar el alimento pero, según dicen, nadie estaba preparado para esto.
"Frenamos las tarifas de luz y gas, el aumento del combustible, no es posible que con todo eso los precios sigan subiendo", expresó el presidente ante empresarios, a quienes les solicitó sumarse a la lucha contra el hambre.