Muchas de las víctimas perecieron aplastadas por árboles arrancados por vientos de hasta 140 kilómetros por hora, que también dejaron sin electricidad a otras regiones del sur de la India.
El ataque fue perpetrado con un artefacto explosivo durante el transcurso de una misa en la que participaba un gran número de fieles. Entre los 49 heridos hay numerosas personas en estado grave.
Autoridades afirmaron que de los fallecidos, 30 son policías, siete civiles y una persona cuya identidad aún tiene que ser determinada. Además hay 155 heridos y 13 personas detenidas.
Ocurrieron entre la tarde del jueves y la madrugada de hoy, en jurisdicción de la seccional 12ª y en Cerrito y Gutemberg. Ambos fueron trasladados al Heca donde permanecen internados.
Ocurrió en la zona sur. Un hombre en moto le disparó en la pierna a un joven que también se desplazaba en un vehículo similar. Familiares del herido tomaron represalias y le balearon la casa en la que vive la familia del agresor.
Tres son las personas que debieron ser atendidas en diferentes nosocomios a causa de las heridas provocadas por impactos de bala. Los hechos tuvieron lugar en Villa Gobernador Gálvez, barrio Las Flores y zona sudoeste.
Las últimas horas han sido movidas en la ciudad y en Villa Gobernador Gálvez. El hecho más grave es el de una joven que fue herida de arma blanca por un delincuente para robarle el celular en su domicilio.
La directora de la clínica Somer, donde están internados tres de los seis sobrevivientes aseguró que Alan Ruschel es el que se encuentra en peores condiciones y que su estado es “con diagnóstico reservado”, aunque se encuentra “estable”.
Según las primeras investigaciones, los cuerpos de las víctimas estaban cerca de la puerta de emergencia, que evidentemente no lograron abrir.
La semana pasada, las autoridades búlgaras decidieron impedir temporalmente la salida del centro tras protestas vecinales por supuestos casos de enfermedades infecciosas entre los internos.
Ocurrió cuando uno de los trenes que circulaba de Tabriz a Mashhad se detuvo en campo abierto y otra formación que circulaba lo chocó por detrás. Desde la compañía ferroviaria afirmaron que “fue un error humano”.
Los disturbios fueron organizados por un integrante de una “célula radical”. Protestaban porque las autoridades búlgaras impusieron “por motivos sanitarios” la prohibición de abandonar el lugar. Quemaron neumáticos, arrojaron piedras y otros objetos.