Este domingo cientos de personas volvieron a congregarse en centros comerciales para reclamar, una vez más, la independencia judicial del territorio.
En los últimos días, versiones periodísticas comenzaron a poner en duda la situación del líder de Corea del Norte dado que lleva semanas sin aparecer públicamente.
Las protestas contra el gobierno comenzaron hace más de siete meses por la decisión de impulsar una ley que habilitaría la extradición de sospechosos a la China continental pero luego derivaron en un movimiento más amplio en reclamo de una apertura democrática y contra el dominio de Beijíng.
Los manifestantes instaron al gobierno a que limite el número de turistas chinos que visitan la ciudad para evitar el encarecimiento de los productos que se venden en el distrito.
El día de Año Nuevo, unas 400 personas fueron detenidas por la policía acusadas de concentración ilegal y de portar armas.
Las manifestaciones también se habían desplegado a lo largo de la Nochebuena, jornada que dejó más de un centenar de detenidos y al menos 25 heridos.
El Gobierno se vio obligado a anunciar la cancelación del espectáculo de fuegos artificiales de nochevieja por el miedo a que se desaten nuevas protestas en las calles de la ex colonia británica, aunque existe una alternativa para que no se apague el colorido en el cielo.
Hasta el 7 de noviembre, la Policía arrestó a 247 hombres y 120 mujeres ante la sospecha de haber infringido la regulación, de los que 24 han sido llevados ante la Justicia.
Mientras los principales medios del mundo celebran la "aplastante victoria" de la democracia en esa región, la prensa semioficial de China los contradice con una advertencia.
Los candidatos opositores habrían logrado al menos 351 de los 452 asientos en liza en los comicios locales. Las elecciones eran un test sobre el respaldo al movimiento que está detrás de las protestas de los últimos meses.
El marcado aumento de la participación ya había sido preanunciada por el número récord de personas que se habían registrado para votar: 4,1 millones.
Después de una fuerte escalada de la violencia el fin de semana, las protestas se tornaron más calmas en los últimos días por temor a que el gobierno posponga las elecciones bajo el pretexto de la violencia.