Los siniestros forestales devastaron se agravaron por los fuertes vientos originados en el huracán Ophelia. También hay 63 heridos, 17 de ellos de gravedad, y 7 desaparecidos. En Galicia se decretarán tres días de luto.
A una semana del desastre, se incrementa el número de fallecidos, y miles de personas continúan siendo evacuadas, dejando una cifra de 89.000 hectáreas afectadas y unas 5,700 estructuras quemadas.
Vientos secos y casi huracanados azotan la región obstaculizando los esfuerzos de los miles de bomberos exhaustos que tratan de contener los 22 incendios que arrasaron con 68.800 hectáreas, y que ya dejaron 23 víctimas fatales.
El presidente Donald Trump declaró el estado de desastre y liberó recursos federales para asistir en el combate a los 17 grandes focos forestales.
En pocas horas el viento extendió las llamas por miles de hectáreas. Afortunadamente no hubo muertes, aunque sí heridos. Una de las zonas más perjudicadas es la localidad de Santa Rosa, donde escuelas y negocios debieron ser cerrados.
La manifestación, convocada por organizaciones activistas, fue en rechazo a detenciones a causa de atentados incendiarios en el sur de ese país por reclamo de tierras que consideran propias.
El fuego se inició como consecuencia de las sequías, las altas temperaturas y las ráfagas del viento Zonda, que alcanzaron velocidades de cien kilómetros por hora. El distrito más afectado es La Punta.
Uno de los focos está ubicado por la ruta en la zona de El Milagro, otro arriba de la sierra del Monasterio, y un tercero en un descampado junto 600 viviendas. Estudiantes y docentes de la Universidad de La Punta tuvieron que ser evacuados.
El secretario de Gestión de Riesgo Climático y Catástrofes de la provincia mediterránea, Claudio Vignetta, manifestó que luego de varios días de intensos incendios “hoy no tenemos focos activos".
Autoridades portuguesas pidieron refuerzos para combatir los 268 incendios que se extienden por el territorio debido a las altas temperaturas y los fuertes vientos.
Entre las personas que debieron ser trasladadas a centros habilitados, unos 3.000 eran turistas que estaban veraneando. Este voraz siniestro ya ha destruido unas 1.500 hectáreas. Bomberos trabajan en la zona.
Un total de 159 incendios están activos, de los cuales 60 están fuera de control, y más de 188.000 hectáreas de terrenos y bosques han sido quemadas, según el último informe del centro CIFFC.