Según este dato, en el primer trimestre de 2022 los precios subieron 14,8%, un registro que configuraría la inflación más alta en los primeros tres meses del año desde 2022.
Representantes del Gobierno Nacional se reunieron nuevamente con integrantes de la CGT y de la Unión Industrial Argentina para analizar de forma conjunta acciones que contrarresten la inflación, con foco en los salarios y en los precios de producción.
Como viene sucediendo, el rubro que más impulsa los incrementos es Alimentos. Esta vez fue el pan, entre otros artículos. Desde marzo de 2021 se registran aumentos todos los meses, según un informe de la Usina de Datos de la UNR.
Se espera que la cifra continúe repuntando en el próximo indicador de marzo dado a que los índices preliminares de países como España, Alemania, Italia y la Eurozona en su conjunto ya han presentado nuevos máximos para dicho mes.
El primer encuentro se produjo la semana pasada tras una convocatoria formulada por el presidente Alberto Fernández para establecer una mesa de diálogo.
El objetivo es que esta iniciativa esté presente en todo el país y establezca precios de referencia en comercios de cercanía.
El comisario de Economía de zona euro, Paolo Gentiloni, matizó su declaración al considerar que el escenario no es de recesión. Esta postura también fue compartida por el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.
El presidente de la principal firma financiera estadounidense, Rob Kapito, aseguró que los jóvenes “por primera vez irán a una tienda y no podrá obtener lo que quieren. Y son una generación con muchos derechos que nunca ha tenido que sacrificarse”.
El titular de La Unión Usuarios y Consumidores, Claudio Boada brindó algunas recomendaciones para conseguir mejores precios de los productos de la canasta básica, al tiempo que evaluó las medidas del Gobierno nacional.
El secretario adjunto de la organización sindical, Rodolfo Aguiar, expuso que “los programas implementados hasta ahora no le hacen ni cosquillas al empresariado”. Sostuvo que "los controles de precios no se sostienen a largo plazo".
Mientras el continente trata de cortar su dependencia energética de Rusia, una meta difícil de cumplir en el corto plazo, tanto la industria como los consumidores ya reciben el impacto, especialmente marcada en el caso de los combustibles y de los alimentos.