Gran parte del gabinete del gobernador Miguel Lifschitz está realizando un seguimiento de lo que dejó el temporal en gran parte del territorio provincial. Preocupan las pérdidas en la producción lechera.
El sector agrícola empujado por el auge de la soja dejó de lado la rotación de cultivos para apostar a esta leguminosa. Con un mercado internacional siempre tentador, la siembra directa trajo consigo una serie de inconvenientes.
Nueve provincias están muy afectadas, y más de 120.000 viviendas quedaron bajo agua. Sumado a que un aeropuerto se vio obligado a cerrar en plena temporada turística.
Actualmente más de cien familias son asistidas y aún siguen relevando distintas zonas para detectar situaciones críticas. No se registraron evacuados.
Así lo afirmó el ministro de Producción de Santa Fe, en relación al fallo judicial que declara inconstitucional la ley de descanso dominical. "Como provincia vamos a apelar, y la apelación tiene muchas chances de tener éxito", agregó.
Según informó Esteban Jobbágy se debería al reemplazo de las pasturas, pastizales y montes por cultivos agrícolas. "Las cortinas o los remanentes de vegetación natural prestan un servicio hidrológico tan importante como ignorado”, afirmó.
Con la presencia del gobernador Miguel Lifschitz y la intendenta Mónica Fein, entre otros funcionarios, se dieron a conocer formalmente las obras del Aliviador III, que se llevan a cabo en el distrito Noroeste.
Se declaró la emergencia agropecuaria en el partido bonaerense. El Banco Provincia otorgará créditos a tasa cero a los productores damnificados, quienes perderían sus cosechas y la posibilidad de sembrar la nueva campaña.
La intendenta Mónica Fein y el gobernador Miguel Lifschitz encabezaron la inauguración de obra que reducirá los riesgos de inundaciones en la zona.
Así lo decidieron desde el gobierno bonaerense por los damnificados de la zona de los partidos de General Villegas y Carlos Tejedor, precisamente en el noroeste de aquel territorio.
Más de dos millones de estadounidenses fueron llamados a evacuar el litoral atlántico y en Florida y en Carolina del Sur se decretó un plan de emergencia federal.
Las fuertes lluvias destruyeron o anegaron 560 edificios públicos, 30 fábricas y unos 20 centros educativos. Además, 79,8 kilómetros de rutas y caminos, varios puentes y un dique.