Durante las últimas horas capturaron ocho personas que participaron en un fallido intento de incursión en ese país el pasado 3 de mayo. Entre los mercenarios capturados, se encuentra el sobrino del mayor general en retiro Clíver Alcalá Cordones, recientemente deportado a los Estados Unidos.
El motivo central de la movilización es el repunte de la violencia en varias regiones del país, donde en las tres semanas que van de año han sido asesinados alrededor de veinte líderes sociales.
Las Naciones Unidas tienen constancia de 107 asesinatos de activistas durante 2019 y está tratando de verificar otros 13.
Presidentes de la región y otros representantes de países extranjeros estarán presentes en la ceremonia del nuevo presidente de los argentinos, con las ausencias principales de Jair Bolsonaro e Iván Duque.
Desde temprano, columnas de manifestantes se reunieron en varios puntos de Bogotá, así como en otras ciudades, con banderas colombianas y pancartas, sin que hasta avanzada la tarde se reportaran incidentes ni víctimas.
Los colombianas reclaman al gobierno de Iván Duque reformas laborales, tributarias y en las pensiones.
Los manifestantes exigían la instalación de una mesa de diálogo directa con el presidente Iván Duque para discutir una lista de trece demandas elaborada por sindicatos y movimientos sociales, pero desde el Estado prefirieron negociar en el marco de una "Conversación Nacional" con empresarios y representantes de otros sectores.
El secretario de Estado de aquel país, Michael Pompeo, expresó su apoyo al presidente de Colombia durante una conversación telefónica.
Así lo anunció este martes en Bogotá el Comité de Paro Nacional de Colombia, cuyos directivos se reunieron por más de tres horas con el presidente Iván Duque.
En busca de reivindicaciones económicas y sociales contra “el paquetazo” de medidas del presidente Iván Duque, que incluye reforma laboral y previsional, miles de colombianos se manifiestan en un país que sigue atormentado por hechos de violencia interna.
El país colombiano se encuentra inmerso en una situación económica que expulsa a gran parte de la población hacia el desempleo o los bajos salarios. La ebullición social crece y el Gobierno de Iván Duque planea endurecer la represión en las calles.
El presidente colombiano hizo su primera intervención pública sobre el tema en un acto en Bogotá de ascensos de la policía rodeado de miembros de la fuerza pública y en la que, lejos de reconocer errores en la operación, condenó a los grupos armados ilegales.