Después de la explosión en el puerto de su ciudad capital, Beirut, las autoridades sanitarias ordenaron el cierre de restaurates, clubes nocturnos, playas y tiendas de ropa. Los bancos, supermercados, librerías y farmacias seguirán abiertas.
La medida había sido decretada por el ahora ex primer ministro Hassan Diab y debía ser ratificada por el Poder Legislativo. Mientras tanto, las protestas en la calle se hicieron sentir al denunciar a las autoridades por la responsabilidad que les cupo al respecto de las explosiones en el puerto de Beirut.
El ministro de Economía y Comercio de Líbano, Raoul Nehme, aseguró que los barcos están en condiciones de descargar contenedores y cargas para que los comerciantes puedan recoger los productos. Anunciaron que hasta el momento hay 171 muertos y más de 6.000 heridos.
El 4 de agosto, dos explosiones de gran magnitud devastaron el puerto de Beirut y muchos distritos de la capital, dejando al menos 220 muertos y 7.000 heridos.
"Después de la enorme catástrofe de Beirut, anuncio mi renuncia al Gobierno", dijo la ministra de Información, Manal Abdel Samad, al tiempo que pidió disculpas a los libaneses por no poder "colmar sus aspiraciones".
Desde la representación diplomática argentina, que encabeza el embajador, Mauricio Alice, informaron que "por el momento tampoco hay heridos y víctimas fatales de las explosiones en la comunidad argentina de la capital libanesa".
El Gobierno informó que los estallidos estuvieron vinculados a un depósito de 2.700 toneladas de nitrato de amonio en el puerto, confiscadas hace seis años y abandonadas sin medidas de seguridad.
Las protestas, iniciadas el jueves después de que el tipo de cambio en el mercado negro subiese por encima de las 5.000 libras libanesas por un dólar, continuaron por segunda noche consecutiva pese a las medidas anunciadas ayer por el gobierno de Hassan Diab para atajar la situación.
Hasta el momento no hubo informes sobre víctimas, daños y el origen del ataque, aunque en situaciones similares medios extranjeros atribuyeron las responsabilidades al ejército de Israel.
Las manifestaciones, iniciadas el pasado jueves tras anunciarse un impuesto a las llamadas por internet, luego retirado, continuaron hoy en Beirut y otros puntos del país, desde las norteñas Trípoli y Akkar hasta las sureñas Tiro y Nabatieh, pasando por áreas centrales del Monte Líbano.
El movimiento de vehículos militares sólo será posible con aprobación previa, precisó el Ejército, que ha dejado en claro que la población civil no se verá afectada por la medida.
El ministerio de Defensa informó que es por varios centenares de millones de séqueles, aunque no especificó que tipo de armas son y hacia cuales países pueden llegar.