La medida, que hubiera permitido enviar a sospechosos de delitos a China, estaba suspendida desde hacía algunas semanas, pero los manifestantes reclamaban su eliminación total.
El presidente y la primera dama Juliana Awada saludaron a las 19 a los manifestantes que se congregaron en la Plaza de Mayo, en una demostración de apoyo a su gestión, tras las primarias del pasado 11 de agosto que le fueron adversas.
Hong Kong va camino de su undécimo fin de semana consecutivo de protestas, que comenzaron en junio con la oposición a una controvertida propuesta de ley de extradición a China.
La nueva protesta en la terminal aeroportuaria -una de los más activas del mundo- se produce en momentos en que Beijing eleva el tono de las advertencias y envía nuevas señales de que las diez semanas de disturbios deben terminar.
Al caer la noche, la Policía ordenó a los manifestantes desmovilizarse pero como algunos se negaron, las fuerzas de seguridad comenzaron a lanzar gases lacrimógenos.
Los ciudadanos exigen que Rosselló abandone el cargo por insultar y ridiculizar a artistas, mujeres, miembros de la comunidad LGBT y políticos.
La Policía respondió reprimiendo masivamente, una decisión que desató momentos de caos con los manifestantes.
Los disturbios, que terminaron con dos personas detenidas, comenzaron cuando agrupaciones sociales intentaron pasar colchones, lo cual fue reprendido por la policía, que arrojó gas lacrimógeno.
Decenas de miles de activistas por la democracia se habían volcado desde temprano a las calles exigiendo que la líder pro Beijing, Carrie Lam, renuncie y desista de dar luz verde a una polémica ley de extradición a China.
Momentos de tensión se vivieron cuando algunos manifestantes se acercaron al vallado y mantuvieron discusiones con los efectivos de seguridad, aunque el hecho no pasó a mayores.
Decenas de personas se concentraron en el lugar e impidieron que el abogado de la sindicatura, Daniel Truffat, pudiera ingresar al edificio para cumplir con la orden del juez Portillo, que tendría como objeto acceder al archivo histórico del organismo
En ese país, desde el comienzo de las manifestaciones de los "chalecos amarillos" el 17 de noviembre, la Inspección General de la Policía recibió un centenar de denuncias de violencia policial.