Los ediles peronistas reclamaron que el Concejo Municipal trate cuanto antes esta iniciativa para garantizar la llegada de mercadería a los comedores y merenderos comunitarios.
Organizaciones realizaron cortes de tránsito en todo el país para pedir asistencia alimentaria y trabajo digno. En Rosario, referentes barriales alertaron que mucha gente perdió su empleo y, quienes aún lo conservan, no llegan a fin de mes a causa del aumento de precios.
Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, encuentra al país en una difícil situación: los alimentos están cada vez más caros y los sueldos cada día valen menos. Ante esta situación, mujeres organizadas trabajan a destajo, vendiendo panificados o cartoneando, para asegurar el plato de comida en los barrios y contener a sus vecinos ante la crisis económica.
En una protesta frente a la sede del Ministerio de Desarrollo Social, referentes de organizaciones alertaron: “A los comedores de la barriada está llegando gente que hace unos años estaba trabajando y hoy están desocupados. Hemos tenido que negar el plato de comida a un montón de personas porque desde principio de año que no llega mercadería”.
La protesta se desarrolló en el marco de una jornada nacional de lucha para exigir que se regularice la entrega de mercadería en estos espacios.
En diálogo con Conclusión, referentes de diversos comedores de la ciudad de Rosario remarcaron que desde el mes de diciembre no están recibiendo nada y las donaciones particulares se redujeron muchísimo. Al mismo tiempo, crece exponencialmente la gente que concurre a buscar un plato de comida.
La asociación civil que trabaja para colaborar con los comedores y merenderos de Rosario y zona aledañas, recibe juguetes en buen estado y comida para donar a las familias que asisten a las entidades barriales en busca de sus alimentos.
Según indicaron, les habían prometido que iban a aportarles la mercadería necesaria para dar respuesta al crecimiento de la demanda alimentaria en los barrios, pero no cumplieron.
Durante el mediodía de este jueves, integrantes de Libres del Sur piden por el “congelamiento inmediato de los precios” y por la preocupación de falta de abastecimiento de alimentos a los comedores que están bajo su organización. La cadena de supermercados también vive algo parecido en Buenos Aires.
Desde la organización evangélica “Ojos que ven” llevan adelante el proyecto que incluye, además, la entrega de alimentos y la realización de talleres con mujeres y jóvenes. Apuestan por el diálogo entre vecinos en tiempos de crisis económica y agudización de las violencias intra-hogareñas.
Una de las referentes de la movilización perteneciente al Partido Obrero, Melisa Molina, le dijo a Conclusión que quienes criminalizan la protesta social son “quienes tendrían que generar trabajo para que las familias puedan comer en su hogar”.
Gracias a la insistencia del pedido pudieron ser recibidos por las autoridades, quienes les pidieron esperar diez días hábiles. Cumplido ese plazo comenzarán a ser subsidiados con una tarjeta.