La coalición liderada por Estados Unidos expresó que el bombardeo a la mezquita fue en apoyo a las Fuerzas de Siria Democrática (FSD).
Esta tendencia se viene dando en los últimos años, también en el resto de Europa, donde el cristianismo pierde fuerza y se ve amenazado por el pujante Islam.
Fue uno de los atentados más sangrientos en todo el mundo desde los atentados de septiembre de 2001 en Estados Unidos y dejó a los egipcios en estado de conmoción.
La decisión del gobierno israelí de mantener y reforzar las restricciones de acceso a la Explanada de las Mezquitas generó disturbios entre manifestantes y policías en diferentes zonas de Israel.
El acceso al tercer lugar santo del islam fue cerrado el viernes para realizar verificaciones de seguridad, luego de que tres árabes israelíes mataran a tiros a dos policías.
"No nos detendrán, seguiremos combatiendo el Estado Islámico hasta que el último de ellos sea asesinado o llevado ante la justicia", prometió el premier iraquí.
El anuncio fue a través de su cuenta de Twitter y tras reunirse con varios responsables militares de los cuerpos de seguridad y del Ejército iraquíes.
Darren Osborne, un camionero de 47 años, procedente de Cardiff, Gales, y padre de cuatro hijos, fue retenido por diversas personas que se encontraban cerca de la mezquita de Finsbury Park, donde cometió su ataque.
El portavoz del Comando Central, John J. Thomas, dijo que el Ejército "mató a varios extremistas en un bombardeo aéreo, pero no atacó ninguna mezquita", en declaraciones hechas al diario The New York Times.
Uno de los ataques fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en las redes sociales.
El atentado fue provocado en la Mezquita a la que asistía Omar Mateen, que unos meses antes mató a 49 personas en un club gay de Orlando.
A la hora de cada una de las cinco oraciones diarias, militares con boina roja y uniforme de camuflaje colocan barreras de plástico verde para orientar a la multitud.