La sospechosa iniciativa de la multinacional coincide con la sólida intervención del CIPBA en la propuesta de modificación de la Ley de Agroquímicos. Alerta en provincia de Buenos Aires.
El sector agrícola empujado por el auge de la soja dejó de lado la rotación de cultivos para apostar a esta leguminosa. Con un mercado internacional siempre tentador, la siembra directa trajo consigo una serie de inconvenientes.
Un fiscal federal pidió detener el uso del glifosato en todo el país a raíz de las exigencias de diversas organizaciones de salud: “Se multiplicó un 1000 por ciento el uso de agrotóxicos entre 2005 y 2015”, advirtieron profesionales de la salud
La presencia de este herbicida con el que se pulverizan variados alimentos que luego son consumidos tiene consecuencias sumamente perjudiciales para la salud.
En el marco del 104º Congreso de la Federación Agraria, el ministro de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile, criticó a Monsanto, habló de desarrollas las economías regionales y dijo que el gobierno “vino a darle previsibilidad a los productores”.
La compañía alemana Bayer adquiere al fabricante estadounidense de transgénicos y se transforma así en la mayor compañía de semillas y fertilizantes del mundo. Subió la ofertad y recibió una respuesta afirmativa.
La propuesta hizo subir las acciones de Monsanto pero solo a 106 dólares debido a la expectativa de que sería rechazada y que Bayer debería mejorarla. En contrapartida, las acciones de Bayer cayeron.
El grupo químico y farmacéutico alemán hizo la oferta para quedarse con las acciones de la multinacional estadounidense de biotecnología. Si se confirma será el mayor proveedor mundial de agroquímicos y semillas.
La disputa de Monsanto con el país se centra en un tema clave: las lucrativas regalías que los agricultores pagan a la compañía por guardar cosechas con rasgos genéticamente manipulados.
Semanas atrás el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, había cruzado a la multinacional, al criticar que "no se puede poner en la cabeza una pistola a un Gobierno a cuatro meses de haber asumido".
Justo cuando el Ministerio de Agroindustria intentaba acercar posiciones entre la multinacional y las entidades de productores agropecuarios, un comunicado desde Estados Unidos complicó la situación.
La cartera que conduce Ricardo Buryaile, dispone que "todo sistema, procedimiento o método de control, muestreo y análisis que se utilice en el comercio de granos para pesar, medir, mejorar, conservar y analizar los mismos, deberá contar para su implementación, con la previo autorización del ministerio".