El presidente de Ucrania dijo que tienen que estar “firmes y luchar para ganar, para lograr la paz que los ucranianos merecen”. El negociador ruso, Leonid Slutski, dijo ver “un progreso significativo” en la posición de las dos delegaciones entre el inicio de las conversaciones y la actualidad.
El jefe de la diplomacia de Moscú insistió que el objetivo de su país es liberar a los ucranianos “de la opresión”, además de “desmilitarizar y desnazificar” esa nación.
El sumo pontífice se reunió con el embajador Alexander Avdeev a quien le manifestó su “preocupación por la guerra”. Estuvo reunido durante más de media hora.
Dmitri Peskov aseguró que la intervención militar rusa “estará determinada por sus resultados y por su pertinencia”. En cuanto a la reacción económica expuesta por la caída de la bolsa de Moscú dijo que estaba “previsto” que los mercados iban a tener una reacción emocional”.
La bandera rusa ya no ondea en el tejado del edificio diplomático de donde varias personas fueron vistas saliendo del lugar con maletas. Por su parte el presidente ucraniano Volodimir Zelenski justificó su pedido porque su país no está integrado en "ninguna alianza de seguridad".
La vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores, Hua Chunying, consideró que la imposición de sanciones “nunca habían sido un medio eficaz para resolver problemas”. Se quejó de que “Estados Unidos no ha dejado de vender armas a Ucrania”.
Estados Unidos calificó esto de "inicio de invasión" rusa de Ucrania, impuso sanciones a entidades financieras rusas y personas cercanas al Kremlin, canceló una reunión entre su jefe de la diplomacia y su par ruso y reposicionó tropas fronterizas en el flanco este de la OTAN.
Tras el reconocimiento de la independencia de dos provincias separatistas y rusoparlantes de Ucrania por parte del presidente de Rusia, Vladimir Putin, se puso en superficie un conflicto que tiene su historia y su complejidad.
El canciller Olaf Scholz indicó que no puede “aceptar el reconocimiento y por eso es importante reaccionar ahora y rápido”. Consideró que la decisión adoptada por Moscú es una "grave violación del derecho internacional".
El anuncio de la cumbre realizado durante la noche de este domingo por parte de Francia, se produjo en momentos que Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de ser responsables de los nuevos combates en el este separatista ucraniano.
En Moscú, el vocero del presidente Vladimir Putin ratificó que el repliegue, pero dijo que así como llevó semanas apostar las tropas, "llevará tiempo" que vuelvan a sus cuarteles tras haber concluido "algunas fases" de las maniobras militares que realizan en la zona.
El secretario general de la alianza atlántica, Jens Stoltenberg, manifestó que seguirán “monitoreando y siguiendo de cerca todo aquellos que Rusia está haciendo”. Consideró que “hay espacio para un prudente optimismo”.