A casi dos años después del estallido del conflicto, sigue sin haber silencio sobre el terreno. Las fuerzas rusas siguen atacando las regiones orientales, con la oposición de las fuerzas ucranianas que intentan mantener las posiciones conquistadas y el presidente Zelensky insta a su ejército a no rendirse.
La vocera del Ejército, Natalia Gumeniuk, dijo que “las cifras preliminares van de tres a ocho kilómetros, en función de las particularidades, la geografía y la topografía de la orilla izquierda" del río, en la sureña provincia de Jerson.
El mando ucraniano tiene ahora la esperanza de lanzar un asalto más importante hacia el sur. Pero para ello deberá ser capaz de desplegar soldados, vehículos y equipamientos en una zona de difícil acceso, llena de arenales y humedales.
Los soldados encontraron fragmentos de drones "similares a los utilizados por el ejército ruso", según el gobierno rumano.
La semana pasada, Washington reveló que manejaba información sobre una posible reunión entre Kim y Putin en la que se especulaba que ambos líderes avanzaran en un acuerdo de suministro de material bélico.
Mientras las autoridades ucranianas dicen que sus avances son lentos pero seguros, Rusia afirma que la contraofensiva de Kiev está fracasando. En tanto, Moscú continúa con sus bombardeos.
El vocero del Gobierno ruso, Dmitri Peskov, dijo que “hay que abordar esta problemática basándose en los hechos”. Subrayó que “hay mucha especulación en torno al accidente del avión y la trágica muerte de los pasajeros, Yevgueni Prigozhin.
Una vez en la Luna, el módulo de 800 kilos deberá "tomar muestras y analizar el suelo, así como llevar a cabo investigaciones científicas a largo plazo", según la agencia espacial Roscosmos.
El gobernador de la región de la capital rusa, Andrei Vorobiev, dijo que la gente ha sido evacuada de todos los edificios y talleres de la planta, así como de un jardín de infantes cercano a la fábrica. Un complejo deportivo cercano a la planta también resultó dañado.
En las últimas semanas, Ucrania intensificó los ataques con drones en territorio ruso, apuntando en particular contra Moscú y contra la península anexada de Crimea, según denuncias de Moscú que Kiev nunca admitió.
Mientras que el Ministerio de Defensa ruso dijo en un comunicado que las defensas antiaéreas impidieron "ataque terrorista con drones sobre la región de Kaluga", desde Ucrania dijeron que las defensas aéreas derribaron unos 15 drones rusos.
El Gobierno ruso afirma que la ola de ataques contra la región de la capital de Rusia refleja la "desesperación" de Ucrania ante el fracaso de una contraofensiva lanzada en junio para intentar recuperar territorios ucranianos.