Tras el anuncio del martes de Joe Biden, el presidente de Rusia dijo que desplegarán sus armas “para atacar objetivos” que no han atacado antes. Advirtió que ello desestabilizaría aún más la situación y empeoraría la crisis humanitaria en Ucrania.
El número redondo de días de la invasión rusa obligó a las partes a ofrecer sus consideraciones como así también a la organización global que subrayó que la misma “ha implicado un alto precio para los civiles".
La rama moscovita de la Iglesia ortodoxa ucraniana era hasta ahora leal al patriarca ruso Kirill, que manifestó más en de una oportunidad un abierto apoyo a la ofensiva en Ucrania.
Boris Johnson pidió no dejarse engañar “por el increíble heroísmo de los ucranianos al hacer retroceder a los rusos desde las puertas de Kiev”. Mientras tanto, fuerzas prorrusas confirmaron la toma de una ciudad estratégica para seguir avanzando en el Donbass.
Una serie de declaraciones y acontecimientos describen este lunes la situación en la que se encuentran los protagonistas del enfrentamiento como así también las derivaciones internas y externas de los hechos que están en pleno desarrollo.
El presidente ruso expresó en una reunión sobre temas económicos que su país “afronta con confianza los desafíos externos gracias a la política macroeconómica de los últimos años, y a las decisiones sistémicas sobre su soberanía económica y su seguridad tecnológica y alimentaria".
Según la viceprimera ministra de Ucrania, Irina Vereshchuk, en la planta industrial hay más de mil militares y entre ellos se cuentan “centenares de heridos”. Autoridades ucranianas hallaron 44 cadáveres entre los escombros de un edificio destruido en la localidad de Izium.
El ex presidente de Brasil dijo que si el presidente ucraniano no la hubiera querido “habría negociado un poco más”. Señaló que su comportamiento “es un poco extraño, porque parece que forma parte de un espectáculo” y porque “aparece en la televisión de mañana, tarde y noche”
Kiev anunció este mes el comienzo de una ofensiva para "liberar" el Donbass, una región integrada por las provincias rusoparlantes de Donetsk y Lugansk, luego de retirar a finales de marzo las tropas que tenía desplegadas en torno a Kiev, la capital de Ucrania.
El sumo pontífice también consideró que “los ladridos de la OTAN” cerca de las fronteras rusas pudieron haber “facilitado” el origen del conflicto. Dijo que a los veinte días de iniciado el conflicto pidió hablar con el presidente ruso y que hasta ahora no ha tenido respuestas.
El presidente de Estados Unidos consideró que el apoyo “no es barato” pero que Washington no puede “permanecer al margen” frente a las “atrocidades y agresiones” de Rusia. Dijo que su país no permitirá el “chantaje del gas”.
El primer ministro británico aseguró que Putin “tiene un ejército enorme”, que “cometió un error catastrófico y la única opción que tiene ahora es seguir intentando aplastar a los ucranianos”. Dijo estar “estudiando la posibilidad de enviar tanques a Polonia”.