La vocera del Alto Comisionado de la organización global para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, confirmó que no han tenido “ninguna información que sugiera que hubiera actividad alguna de palestinos armados cerca de los periodistas”.
Las escenas en las que la policía usa la fuerza contra la procesión fúnebre de Jerusalén, casi derribando el ataúd de la periodista de Al Jazeera asesinada Shireen Abu Akleh, generan una condena generalizada
La trabajadora de prensa palestina cristiana, Shireen Abu Akleh, era muy conocida tenía 51 años y según el canal catarí fue asesinada “deliberadamente” y “a sangre fría”. El primer ministro israelí dijo que fue “probablemente” por disparos palestinos.
Poco después, el movimiento islamista Hamas, gobernante de facto en Gaza, dijo que el joven pertenecía a sus filas. Las tensiones entre Israel y los palestinos registraron un aumento pronunciado en los últimos meses.
La fuerza de seguridad indicó que sus agentes intervinieron porque "alborotadores" lanzaron piedras y fuegos de artificio al Muro de los Lamentos, el lugar de plegaria más importante de los judíos ubicado también en ese recinto.
Desde el 22 de marzo, 26 palestinos, incluyendo atacantes, han muerto en diferentes incidentes o en operaciones realizadas en ese mismo período. Los muertos israelíes suman 14 y las redadas se siguen concentrando en Jenín.
El Ejército de Israel informó que “en el curso de la operación, decenas de palestinos atacaron violentamente a los soldados, dispararon contra las fuerzas (israelíes) y lanzaron artefactos explosivos contra ellas, poniendo en riesgo su seguridad", y agregó que "soldados replicaron con balas reales".
Este domingo las fuerzas israelíes mataron a tiros a una palestina desarmada y a otra que apuñaló a un policía en Cisjordania, horas después de que palestinos incendiaran un santuario en la región en medio de las tensiones en la región.
Es el tercer ataque de este tipo en una semana y las autoridades israelíes temen que la tensión siga en aumento justo antes del mes sagrado musulmán de Ramadán, que coincide con las festividades judías y cristianas.
El Ejército israelí reprimió con disparos y gases una de las manifestaciones, en unos de los ingresos a la localidad de al-Bireh, en Cisjordania, unos 15 kilómetros al norte de Jerusalén. La huelga general se notó en las principales ciudades de Cisjordania, incluidas Naplusa, Ramallah, Jenín y Tulkarem.
Oficiales de las fuerzas especiales con apoyo militar habían arrestado a una persona en Naplusa y según la policía, cuando éstas “terminaron su operación y abandonaron el lugar, instigadores les lanzaron aparatos explosivos a corta distancia” y por ello respondieron con disparos “y al parecer alcanzaron a uno de ellos”.
Jamil Abu Aysh, de 31 años, murió luego de ser "gravemente herido con munición real en la cabeza" durante enfrentamientos con las fuerzas israelíes en la aldea de Beita, al sur de Nablus, una de las principales ciudades del norte de Cisjordania.