Los cruces se producen en vísperas del 75º aniversario de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, adoptada por la Asamblea General de la ONU el 9 de diciembre de 1948.
Los cargos son por corrupción, fraude y abuso de confianza por estar sospechado de recibir regalos a cambio de disposiciones fiscales que beneficiaban a acaudaladas personalidades. El dirigente calificó la operación como “caza de brujas”.
Según estimaciones de las autoridades de Hamas, al menos 193 palestinos murieron desde la reanudación de los combates, en la mañana del viernes, tras siete días de tregua que permitió la liberación de rehenes.
Once rehenes, seis de ellos de nacionalidad argentina, fueron liberados por la organización extremista y eran conducidos a territorio de Israel desde la franja de Gaza.
El grupo terrorisa tenía previsto liberar a una nueva tanda de ciudadanos israelíes en virtud de un acuerdo con Israel, que accedió a detener cuatro días su ofensiva en la Franja de Gaza.
Las autoridades israelíes aclararon que la liberación de prisioneros palestinos ocurrirá una vez que el grupo de rehenes liberados por Hamas haya abandonado la Franja de Gaza y haya sido identificado correctamente, según información de The Times of Israel.
En las primeras horas de entrado en vigor el alto el fuego, no se registraron bombardeos, ataques de artillería pesada o cohetes. Ahora, se espera que Israel libere a los presos palestinos.
La protesta en la jornada festiva más popular del Estados Unidos, de produjo pese a unas medidas de seguridad reforzadas por el conflicto entre Israel y Hamás, y con la conmoción reciente por el vehículo que estalló el miércoles cerca de las cataratas del Niágara, suceso en el que se ha descartado al terrorismo como causa.
Las agencias humanitarias de la ONU advirtieron este martes que se prevé un “trágico aumento” de las muertes infantiles en Gaza, lamentando que eso vaya a ocurrir pese a ser “completamente evitable”.
Un día antes, el Ministerio de Salud de Hamas anunció la muerte de más de 80 personas en dos bombardeos israelíes de un campo de refugiados administrado por la ONU en Jabaliya, en el norte de la Franja de Gaza.
Unos 240 rehenes fueron capturados por hombres armados de Hamás cuando irrumpieron en el sur de Israel el 7 de octubre y el Sumo Pontífice ha hecho numerosos llamados a favor de su liberación y de un alto al fuego.
Desde el Ministerio de Salud de esa ciudad palestina especificaron que “el Ejército israelí informó oficialmente al hospital, en una llamada telefónica, de que se estaba llevando a cabo la redada, exigiendo a la gente que no se acercara a las ventanas, balcones o puertas".