El gremio que nuclea a los choferes de colectivo había declarado el paro por tiempo indeterminado desde la tarde del jueves, día en el cual un tirador todavía no identificado asesinó al chofer Marcos Daiola de 39 años. Luego del velorio del muchacho, los choferes restituirán el servicio.
En el mediodía de este viernes evaluarán los pasos a seguir, pero hasta el momento no apareció nada que los convenza de retomar las tareas habituales, que permitirían normalizar el servicio.
La Unión Tranviarios Automotor comunicó este miércoles por la noche que la medida de fuerza quedó «en suspenso» luego de que la cartera de Transporte dictara la conciliación obligatoria. La actividad es normal para el transporte urbano de pasajeros.
Los trabajadores rechazaron la propuesta, decidieron esperar el depósito del medio aguinaldo hasta la última hora de este martes y, al no recibir ninguna respuesta satisfactoria, iniciaron la medida de fuerza.
La UTA definió este domingo en una asamblea abierta que la medida de fuerza, adoptada ayer tras el asesinato del chofer César Roldán, se extenderá como mínimo hasta el sepelio del trabajador, programado para mañana a las 14.
