Enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y manifestantes contra el gobierno de la presidenta Dina Boluarte dejaron 17 muertos ayer en Juliaca, en el sur de Perú, informó hoy la Defensoría del Pueblo.
Las manifestaciones de los últimos cuatro días en el país vecino, en reclamo de la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, dejaron decenas de lesionados en todo el territorio.
La Defensoría del Pueblo confirmó que cuatro efectivos y 12 civiles terminaron con lesiones por los choques en la frustrada toma de la terminal aérea Inca Manco Cápac, que igualmente fue cerrada temporalmente por motivos de seguridad.
Dina Boluarte despreció hoy la posibilidad de presentar su dimisión, en respuesta de quienes exigen que lo haga en medio de una ola de protestas a favor del ex presidente Pedro Castillo.
“Yo creo que no es un golpista”, dijo la canciller, Antonia Urrejola al consultada sobre la posición oficial de Chile con respecto a la situación institucional en Perú.
El Congreso no logró el viernes la mayoría calificada que exigía el adelanto de los comicios –porque implica una reforma constitucional- y antes de que pudiera analizarse la reconsideración pedida, la sesión fue suspendida sin nueva fecha por el titular del cuerpo unicameral, José Williams.
El Gobierno de la región de Ayacucho, donde murieron 8 personas, responsabilizó a la presidenta Dina Boluarte y a un par de ministros por lo ocurrido en esa jurisdicción. Pidieron el “cese inmediato del uso de armas de fuego y represión”.
El Congreso tiene previsto reunirse para definir la fecha de las elecciones, luego de que Boluarte especulara con adelantarlas a fines de 2023 después de que una oferta anterior de celebrarlas en 2024 no lograra erosionar las manifestaciones.
A través de una carta manuscrita, el presidente destituido de Perú lo pidió después de que la Justicia rechazara su apelación a la detención provisional.
El ministro de Defensa de ese país, Alberto Otárola, informó que la decisión de la nueva presidenta, Dina Boluarte de declarar en estado de emergencia a las regiones de Arequipa e Ica permitirá “restablecer el orden público”.
Los obispos peruanos aseguraron que la violencia no es la solución a la crisis ni a las diferencias, al tiempo que abogaron por un cambio de actitud en la ciudadanía. No quieren, más hechos de violencia, ni muertes y que Perú debe ser nuestra prioridad, afirmaron.
Las manifestaciones se producen en distintas ciudades de Perú para exigir la renuncia de la nueva presidenta Dina Boluarte, tras la destitución de Pedro Castillo por presunta corrupción.