La fábrica, ubicada en Choele Choel procesaba tomates del Valle Medio y, en sus mejores momentos, supo emplear a más de 200 trabajadores, aunque tras varios ajustes sólo quedaron ocho personas en actividad.
Se realizó una asamblea con los trabajadores de la cartera santafesina que realizan el pedido: "La mitad del personal está con contrato", dijeron a Conclusión.
Se puede abastecer de energía a un pueblo pequeño, dice un ingeniero del INTI, quien además creó la primera planta argentina que se alimentó de energía producida por madera.
A pesar de la conciliación obligatoria de las negociaciones, al firma ratificó sus intenciones de bajar la persiana en su planta cordobesa. Ya había cerrado en Mar del Plata.
La planta supo emplear 700 operarios, pero ahora quedan sólo 300. La firma dio de baja 5 líneas de producción, adelantó vacaciones y sus trabajadores denuncian que hay un proceso de vaciamiento.
Desde fines de la semana pasada, los directivos de la firma habían anunciado que se pararán las actividades de la fábrica, así como la decisión abonar las indemnizaciones de los 44 operarios cesanteados en 12 cuotas mensuales.
Mientras los trabajadores estén suspendidos cobrarán su salario sin rebaja, pero la firma creará un banco de horas, para que el tiempo no trabajado pero remunerado sea devuelto por los trabajadores.
Tras múltiples medidas de fuerza, los empleados ocuparon la fábrica por una deuda de tres quincenas y medio aguinaldo.
Delincuentes se llevaron unos 300 mil pesos. En mayo pasado un grupo de personas ingresó y robó una importante suma de dinero.
A partir de un acuerdo en el Ministerio de Trabajo de Gualeguaychú, la firma se comprometió a reincorporar a algunos trabajadores.
La firma redujo en el último año su personal de 70 a 7 trabajadores, que desde agosto quedarán sin empleo.
Actualmente todo se produce en Córdoba, pero a partir de noviembre los componentes se fabricarán en Brasil y se ensamblarán en la planta argentina.