“El pueblo está levantado pidiendo una mejor calidad de vida”, señalaron ciudadanos chilenos residentes en la ciudad.
En el sexto día de revuelta, luego del pedido de perdón del presidente Sebastián Piñera, incrementaron las denuncias por supuestas torturas, detenciones ilegales, disparos contra civiles indefensos y todo tipo de abusos y maltratos por parte de las fuerzas de represión que forzaron al gobierno a prometer investigaciones y "consecuencias".
Se registraron 54 marchas en las que participaron 220 mil personas.
Dirigentes de la oposición reclamaron al mandatario chileno que dicte el fin del estado de emergencia y saque a los militares de las calles, mientras en Santiago los manifestantes siguen recibiendo duras reprimendas físicas de fuerzas de seguridad.
Grupos violentos radicalizaron una protesta social debido al alza del precio del subte de Santiago como detonante y que derivó en masivas manifestaciones que derivaron en choques con la policía, barricadas, incendios y saqueos.
"Un país se está uniendo para luchar contra los abusos", dijeron los manifestantes a Conclusión. Al tiempo que denunciaron la represión por parte de las fuerzas de seguridad. En Buenos Aires hubo protestas y disturbios en la Embajada.
Las manifestaciones, iniciadas el pasado jueves tras anunciarse un impuesto a las llamadas por internet, luego retirado, continuaron hoy en Beirut y otros puntos del país, desde las norteñas Trípoli y Akkar hasta las sureñas Tiro y Nabatieh, pasando por áreas centrales del Monte Líbano.
Desde el año pasado el sindicato denuncia que las flotas de algunas líneas están contaminadas por ese material cancerígeno.
Pese al toque de queda y la militarización de las calles, el Metro Valparaíso, el tren que conecta toda la región metropolitana de esa región, anunció que no reiniciará el servicio y lo mismo informaron las autoridades de los servicios de colectivos y subtes de la ciudad.
Luego de una concentración independentista en Barcelona se produjo una brutal agresión de un grupo ultraderechista a un joven antifascista.
Los catalanes salieron a las calles en la segunda jornada de manifestaciones contra la decisión del Tribunal Supremo español de condenar a prisión a los líderes del fallido proceso de secesión de 2017.
La Defensoría aseguró que continuaba “monitoreando la situación de derechos humanos” en el contexto de las protestas contra los recortes del presidente Lenin Moreno.