El portavoz Dmitri Peskov informó que la cumbre duró “casi tres horas” y que de la misma participaron unas 35 personas que eran “todos comandantes y dirigentes”.
El presidente de Rusia comparó la asonada del Grupo Wagner con la agitación de la guerra que dio paso a la revolución de 1917 y a la posterior guerra civil. El presidente de Bielorrusia había considerado que se estaba por tomar “una decisión brutal”.
El levantamiento de 24 horas coronó meses de una creciente disputa entre el jefe de Wagner, Yevgueni Prigozhin por un lado, y Sergei Shoigu y la cúpula militar rusa por otro. Aunque el motín fue breve, medios rusos informaron que fueron derribados varios helicópteros militares y un avión de comunicaciones, matando al menos a 15 personas.
Un portavoz de la OTAN dijo que están "vigilando la situación” desencadenada por la rebelión de los mercenarios.
El secretario del Consejo de Seguridad del Kremlin, Nikolai Patrushev, detalló que los datos son los recogidos durante el período que abarca del 4 al 21 de junio. El primer mandatario ucraniano aseguró que el plan de Moscú prevé “un ataque con liberación de radiación”.
Pese a este movimiento, Putin sostuvo que no desea recurrir a este tipo de armamento, algo que calificó como "negativo", y aclaró que estas armas solo serán utilizadas en caso de "amenaza a la integridad, independencia, soberanía y existencia del Estado ruso".
El presidente de Rusia dijo que “todo va según lo previsto” y que después de los días 7 y 8 de julio pondrán “en marcha medidas para la obtención de diferentes tipos de armamento”.
Por otra parte, desde Moscú informaron que rechazaron un intento de "invasión" ucraniana en la región fronteriza de Belgorod, en el suroeste del país, con varias decenas de soldados y tanques, tras una oleada de bombardeos que dejó al menos 12 heridos.
El embajador Li Hui viajará también a Polonia, Francia y Alemania, para discutir con cada una de estas partes una solución política de la crisis ucraniana. Pekín quiere evitar una escalada y aseguró que el gigante asiático “está firmemente del lado de la paz”.
El presidente ruso advirtió que “hoy la civilización se encuentra una vez más en un punto de inflexión decisivo” y, además, criticó a las "élites globalistas occidentales" que "insisten en su exclusividad, enfrentan a las personas entre sí y dividen a la sociedad”.
El vocero del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, dijo que su país no tiene “nada que ver con eso”. Apuntó directamente al vocero del Kremlin Dmitri Peskov, que es quien había expuesto el tema.
El vocero de Putin dijo que el presidente estaba este jueves en el Kremlin, la sede del Gobierno ruso, trabajando con normalidad, un día después de que denunciara el intento de ataque con dos drones que fueron derribados justo sobre el emblemático edificio.