Los naufragios ocurridos en los últimos días elevaron el número de víctimas mortales a 1.985, una cifra alarmante aunque inferior a los 2.911 registrados a mediados de junio en 2016.
El número aumenta en más de 300.000 personas a la cifra ya de por sí preocupante del 2015, consigna Tendencias Globales de ACNUR, el principal estudio anual sobre la situación de los desplazados que elabora la Organización de Naciones Unidas.
Los procesos de infracción son contra la República Checa, Hungría y Polonia por su negativa frente a los inmigrantes en el marco del plan de reubicación adoptado en 2015.
Día a día miles de autobuses y camiones repletos llegan al campo de Hamam al Alil, huyendo de los combates y el terror sembrado por los yihadistas del Estado Islámico.
Es una familia que hace cinco meses que llegó a Pilar, en la zona rural cordobesa. Pero no consiguieron trabajo, el costo de vida les resulta altísimo y se les dificulta comprender el idioma.
Así lo informó la agencia de la ONU para los refugiados. Entre el viernes y el domingo fueron rescatadas más de 6.600 personas, mientras que en lo que va del año han muerto más de un millar de personas en su intento de cruzar el Mediterráneo desde las costas africanas.
En El Líbano, cerca de 700.000 refugiados sirios vulnerables reciben asistencia alimentaria a través de un sistema de bono electrónico (e-card). Cada mes, las tarjetas se cargan con 27 dólares por persona.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), informó por su parte que se necesitan urgentemente 4.400 millones de dólares para proveer asistencia vital y evitar una catástrofe.
En medio de advertencias y del malestar de Turquía, la Unión Europea (UE) defendió este domingo el acuerdo sobre Migraciones que firmó con ese país. Pidió que se cumplan los compromisos asumidos.
El alto comisionado de la organización mundial, Filippo Grandi, afirmó hoy que el país se encuentra en una "encrucijada", ya que debe tomar medidas drásticas para solucionar el conflicto.
Los recientes combates y bombardeos forzaron a la población a dejar sus hogares y buscar refugio en otras ciudades, abarrotadas de refugiados. Hubo al menos seis muertos y 21 heridos en los ataques.
La Comisión Europea advirtió que castigará a los países que rechacen acoger a refugiados de Italia y Grecia, pero pide expulsar a migrantes irregulares, que son más de un millón de personas.