El presidente sirio, Bashar Al Assad, llamó a elecciones parlamentarias en todo el país, inclusive las zonas controladas por las milicias insurgentes, para el 13 de abril próximo.
Se acordó un cese de hostilidades que entrará en vigor el sábado en Siria, donde se producían duros combates cerca de Alepo (norte), al día siguiente del atentado yihadista más mortífero en cinco años de guerra.
Al menos 87 personas murieron el domingo en Siria en una serie de atentados, en tanto Estados Unidos anunció un acuerdo provisional con Rusia sobre los términos de un alto el fuego.
El Comité Internacional de la organización manifestó su preocupación por la situación humanitaria que se vive en la provincia siria con los enfrentamientos entre el ejército y las milicias.
Bombardean cinco hospitales, uno de ellos administrado por Médicos Sin Fronteras, y dos escuelas, al menos cuatro niños se cuentan entre los fallecidos.
Tropas de Siria, respaldadas por las milicias del Hezbolá y el poderío aéreo de Rusia, están a menos de 25 kilómetros de la frontera con Turquía, al norte de Aleppo, luego de haber tomado la villa de Kiffen. Esta es la primera vez desde el 2013 que el gobierno sirio ha estado tan cerca de esa frontera.
La comunidad internacional reunida en Londres, se comprometió con una ayuda de 10.000 millones de dólares para los desplazados y refugiados por la guerra en Siria.
Al mismo tiempo que en Ginebra el mediador de la ONU preparaba el inicio de las negociaciones de paz sirias, tres explosiones al sur de Damasco (un coche bomba y dos atacantes suicidas) dejaron un saldo de 63 muertos.
Al menos 10 personas murieron por agresiones, presuntamente por aviones rusos. El número de víctimas podría aumentar debido a la gran cantidad de heridos. La zona bombardeada se encuentra tomada por Estado Islámico.
El Estado Islámico controla el 60% de Deir Ezzor, donde sobreviven unas 200.000 personas. Los extremistas están apretando el cerco de los barrios todavía en manos de las fuerzas gubernamentales.
Mucha de las víctimas son niños y el caso es un reflejo de lo que sucede en el mundo, con potencias que se disputan intereses mientras miles de personas mueren. Opina Carlos Duclos
El país oriental despide el año con una escandalosa cifra de personas fallecidas. El balance, si bien es inferior al establecido durante 2014, causa mucha preocupación porque la guerra, lejos de detenerse, se enfrasca con mayor vehemencia.