Abdul Reza Shahlai, un comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución iraní, fue el blanco de un frustrado ataque aéreo.
El titular del gobierno del país asiático, Adel Abdul Mahadi, le comunicó su propuesta al secretario de Estado del gobierno de Donald Trump, Mike Pompeo, desde cuyo país contestaron que las fuerzas están allí por una razón “apropiada”.
Mientras se siguen tensando los "escenarios de guerra" desplegados en Medio Oriente, hoy con epicentro en Iraq pero con Irán y Estados Unidos como actores principales, un enfoque diferente de la situación que podría echar luz sobre el comportamiento de varios de los "poderes" involucrados.
De un vínculo que era muy estrecho a mediados del siglo pasado se pasó a un enfrentamiento total tras la Revolución Islámica de 1979. Cronología de una relación atravesada por la desconfianza y la tensión
La Guardia Revolucionaria iraní se adjudicó el ataque en respuesta a la muerte de Qasem Soleimani.
El legislador pidió que el gobierno de Trump actúe con precaución tras el asesinato de Soleimani, mientras que desde los grupos neoconservadores aseguraron que la muerte del militar fue "más grande" que la de Osama bin-Laden.
Para Trump y su equipo no hay términos medios ni diálogo auténtico alguno: si necesitamos su ayuda, exigirán la obediencia debida.
En medio del multitudinario cortejo fúnebre que acompaña a los restos del fallecido líder de la Fuerza Quds persa se produjo el trágico hecho, a la altura de Kerman, 500 kilómetros al sudeste de Teherán.
El ataque consistió en la publicación de un mensaje proiraní en la página principal del organismo junto a un montaje fotográfico en el que se veía al presidente estadounidense, Donald Trump, recibiendo un puñetazo en la cara y con la boca ensangrentada.
Un pormenorizado análisis, en momentos de excluyente incertidumbre geopolítica en torno al escenario en Medio Oriente tras el ataque dirigido desde Washington a Bagdad, con la máxima figura militar iraní como objetivo principal.
En medio de un revuelo internacional y elucubraciones sobre la respuesta de Irán luego del asesinato de su máximo jefe militar, el Departamento de Defensa de Estados Unidos habría aprobado el envío de alrededor de 3.000 tropas adicionales a la zona.