La documentación consta en la causa que investiga la desaparición del ARA San Juan. Esa tarea viola los tratados internacionales firmados por nuestro país tras la finalización del conflicto bélico
Partió en en las últimas horas al puerto uruguayo de Montevideo, volverá a Buenos Aires, pero ya no regresará a la zona de búsqueda, según lo confirmó el cónsul honorario de la Federación Rusa en Mar del Plata.
Estuvo en reparaciones casi dos meses. Se sumará a los dos buques que siguen con el rastrillaje en el mar.
Fue la afirmación que realizó Hugo Marino, CEO de SEA International Group, una empresa contratista radicada en Miami, que los familiares de los tripulantes exigen que el Gobierno lo contrate.
El desesperado reclamo se escuchó durante la primera sesión de 2018 de la Comisión Bicameral dedicada al seguimiento del caso. Un diputado dijo que se estaba “estudiando la posibilidad” de contratar una empresa para la búsqueda.
Tras cumplirse 100 días desde el último contacto con el buque y sus 44 tripulantes a bordo, las familias de los marinos decidieron abrir dos cuentas en el Banco Provincia en las que esperan recibir donaciones para poder contratar buques privados.
La motorizaron familiares de marinos del submarino San Juan, quienes además cuestionaron duramente a las autoridades civiles, incluido el presidente Macri.
El ministerio de Defensa ofreció hoy una gratificación para aquellas personas que brinden información y datos útiles que permitan dar con el paradero y la ubicación precisa del submarino.
El ministro de Defensa, Oscar Aguad. estimó que la cifra "probablemente" rondará los 4 millones de dólares.
Así lo requirió la senadora nacional Magdalena Odarda, quien reiteró a las autoridades del Congreso su pedido para “la conformación” de la comisión bicameral que investigue sobre la desaparición del submarino.
El encuentro fue confirmado en la Casa de Gobierno y, según se precisó asistirá un familiar por cada integrante de la dotación del submarino. Le propondrán al presidente que se asigne un presupuesto para la búsqueda.
Marcela Moyano, esposa de Hernán Rodríguez, uno de los tripulantes, expresó su deseo de que "termine la pesadilla" de no saber lo que sucedió con el submarino desaparecido el 15 de noviembre pasado.