Ante la fuerte caída en las ventas, la empresa tomó la determinación a cumplirse desde el 18 de abril en Zárate, Buenos Aires. Desde el gremio Smata denuncian que en lo que va del año se han perdido 8 mil puestos y otros 13 mil están en riesgo.
Las cifras corresponden a la medición interanual del último trimestre de 2018. Sin embargo, en todo el año el empleo registrado creció un 0,8%.
Este miércoles habrá una reunión clave en Capital Federal entre directivos de las terminales automotrices y el gremio para conocer el programa de trabajo hasta fin de año a fin de año y terminar con los despidos y suspensiones.
Los empleados pidieron la intervención inmediata del intendente de esa localidad, Pablo Petrecca, y de las autoridades del Ministerio de Trabajo de la Provincia bonaerense para buscar alternativas que eviten que la situación desemboque en el cierre definitivo de la institución.
El primer bimestre de 2019 registró más de 12.000 casos de despidos y suspensiones. Uno de cada cinco telegramas enviados se debieron a cierres de empresas.
En medio de suspensiones y despidos en el sector automotriz, se confirmó una pronunciada baja en la producción.
La firma, cuya planta está ubicada en Entre Ríos, aduce una caída importante en las ventas y la acumulación de stock que no puede colocar. Los suspendidos percibirán el 75% del salario.
El titular de la seccional marplatense del gremio metalúrgico se refirió a la situación de incertidumbre que viven los trabajadores de la firma, con caída en las ventas desde hace meses. Ya hubo despidos y suspensiones.
El gobierno nacional generó una mezcla explosiva de medidas que detonó en el bolsillo de todos los argentinos, se hizo particularmente violenta para la economía de los que no tienen trabajo y también para la de aquellos que aún teniéndolo, sufrieron un deterioro feroz de su poder adquisitivo.
El encuentro pretendía comenzar a destrabar el conflicto salarial pero fracasó debido a que la empresa pretendió analizar las 376 sanciones.
La difícil situación por la que atraviesan ambas empresas preocupa a San Nicolás, ciudad de donde proviene la mayoría de sus trabajadores.
Las autoridades de la empresa retomaron las negociaciones con los sindicatos aeronáuticos y dispusieron dejar en suspenso las sanciones que había resuelto para 376 empleados.