El motivo de la cancelación tiene que ver con que el grupo insurgente reivindicara un atentado en Kabul en el que murió un soldado estadounidense.
Los talibanes reivindicaron la autoría del ataque "contra un puesto de control del Directorio Nacional de Seguridad".
Los hechos se produjeron a la medianoche en la zona de Chahar Dara.
El Ministerio del Interior confirmó el atentado y agregó que el inmueble estaba abarrotado en el momento del ataque, consignó la agencia de noticias Europa Press.
El portavoz del ministerio de Salud, Wahidullah Mayar, dijo que la mayoría de las víctimas trasladadas al hospital son civiles, incluidas mujeres y niños.
Según funcionarios afganos, los insurgentes hicieron detonar un coche cargado de explosivos en un control de seguridad. La mayor parte de los heridos son civiles y particularmente niños.
Entre el medio centenar de muertos, se encontraban nueve comandantes locales de los talibanes, afirmó el jefe militar.
Las discusiones entre las dos partes habían sido retomadas el sábado en Doha, luego de una suspensión de dos días para permitir "deliberaciones internas".
Son 27 militares y 14 policías según los primeros balances difundidos por canales oficiales. Ocurrieron pocas horas antes de que representantes políticos afganos y de la insurgencia se reúnan en Moscú.
Las fuerzas estadounidenses y afganas han intensificado los bombardeos en la zona desde el año pasado, a pesar de los contactos entablados para tratar de avanzar en unas hipotéticas conversaciones de paz.
La violencia en torno a las elecciones ha dejado decenas de muertos y heridos, una semana antes de los comicios en el país devastado por la guerra.
El balance de los enfrentamientos es incierto pero dos fuentes militares afganas anunciaron que había unos 40 muertos en las filas del ejército y la policía.