Quienes denuncian un "golpe" mediante estas consignas no parecen afectar el apoyo en el Senado para confirmar al interino y destituir a partir de la semana que viene a Dilma Rousseff
El miércoles pasado, en la última etapa antes del juicio final a Rousseff, los senadores aprobaron por 59 contra 21 votos someter a juicio político a la presidenta.
En una sesión con muchos gritos, nervios e interrupciones, los senadores discutían sobre la legalidad del informe, calificado como "fraude" y "golpe" por parte del Partido de los Trabajadores y sus aliados.
En Río de Janeiro, Brasilia y San Pablo las voces de protesta sumaban entre 3.000 y 4000 personas. Mientras unos pedían prisión para Lula, otros cuestionaban al actual presidente Temer acusándolo de golpista.
El proceso contra Rousseff, suspendida de sus funciones desde esa fecha y acusada de delitos en el manejo de las finanzas, será retomado la semana próxima y deberá concluir a fines de agosto.
Legaliza tercerización y dispone paritarias por empresa, no por sindicato. El proyecto fue solicitado por empresarios y es rechazado por sindicatos.
Algunos de ellos ya fueron juzgados y condenados pero apelaron las sentencias. Las sospechas alcanzan al jefe de congresistas del gobierno interino de Michel Temer, quien fuera sugerido para ocupar el cargo por el presidente de la Cámara, Eduardo Cunha.
El documento será usado por su defensa. A mediados de julio comienza la etapa final del juicio político.
Además de los jefes de ambas cámaras, también se pide la captura del ex ministro de Planificación de Temer, que renunció en mayo cuando se lo acusó de entorpecer la investigación del caso Petrobras.
El juicio de destitución contra la presidenta brasileña Dilma Rousseff podría concluir en julio, 20 días antes de lo previsto, si prospera una iniciativa apoyada por el gobierno de Michel Temer.
Los acusan porque eran legisladores, sufragaron a favor del impeachment, y "negociaron sus cargos antes de las votaciones". La demanda fue presentada por el diputado Florence.
Un país en crisis en la economía, en la política y en la sociedad y sus valores. De los cacerolazos anti-Dilma Rousseff al gabinete de hombres blancos. Opina: Cristina Soreanu Pecequilo, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Federal de San Pablo.