Se trata de trabajadores despedidos en el sector de la industria de diversos rubros. Calzado deportivo, artículos de cuero, producción de aceitunas son algunos de los sectores golpeados por la política económica nacional.
La empresa de Flores, Buenos Aires, dejó de funcionar hace dos meses, sus empleados aún no recibieron telegramas de despido y tomaron el lugar para pedir respuestas de los dueños.
Según anunció la empresa a los trabajadores de la planta de Tucumán, se llegó a dicha medida para paralizar la producción por exceso de stock ante la falta de demanda.
Los operarios de la empresa textil, ubicada en La Rioja, fueron suspendidos hasta el 7 de julio. Tras cumplirse ese lapso la planta podría cerrar definitivamente. Desde la empresa argumentan falta de ventas.
El secretario general de la Asociación Obrera Textil de la provincia cuyana se refirió a la situación como "crítica". Los dueños ya no pueden sostener la empresa que comenzará a despedir y hasta puede irse de la región.
Los Ministerios de Producción, Trabajo y Hacienda presentaron el convenio que buscará fortalecer la competitividad del sector, impulsar el consumo, cuidar el empleo y luchar contra la informalidad laboral.
Según un informe de Fisfe, el acero cayó más del 34% y los lácteos un 21,1%. La semana pasada, el presidente de la Federación de Industrias había advertido la pérdida de 1500 empleos. Sólo mejoraron la maquinaria agrícola y el biodiesel.
La industria local afirma que está en condiciones de proveer los uniformes. Criticó al Gobierno por avanzar con compras en el exterior mientras los textiles nacionales atraviesan una crisis por el aumento de importaciones y la caída de demanda.
La empresa Alpargatas, ubicada en la ciudad de Bella Vista, le dio descanso a 230 trabajadores. Aducen problemas por los ingresos de importaciones, situación que generó una importante baja en las ventas.
El promedio de utilización de la capacidad productiva fue del 64,5 por ciento en 2016, cuando se encontraba en 71,4 por ciento en 2015. El rubro textil pasó de 75,4 por ciento hace dos años a un alarmante 48,9 el mes pasado.
Los titulares de la firma resolvieron cerrar el establecimiento ante una deuda con el Iadep de 10 millones de pesos. Ya habían reducido su planta de 105 a 40 trabajadoras. Además vaciaron las instalaciones por la noche.