El primer ministro ucraniano, Denys Chmygal, prometió que su país "hará pagar a Rusia el sufrimiento y el dolor que ha causado". Kiev está pidiendo urgentemente a sus aliados occidentales más medios de defensa antiaérea para hacer frente a las tropas de Moscú.
La operación, denominada "Steadfast Defender" movilizará más de 40.000 militares aliados, y realizarán entrenamientos conjuntos en Alemania, Polonia, Estonia, Letonia y Lituania durante el simulacro.
En las primeras horas de este sábado Rusia lanzó sobre Ucrania 37 misiles –de los cuales fueron derribados ocho– y tres drones. Días atrás, el portavoz de la Fuerza Aérea ucraniana había advertido que el país sufría un déficit de armas de defensa aérea, lo que podría explicar los pocos objetivos derribados en esta última agresión.
Rishi Sunak anunció este viernes la contribución de 2.500 millones de libras (3.188.70 millones dólares) el próximo año, en el marco de su viaje a la capital ucraniana para firmar un nuevo acuerdo de seguridad a largo plazo.
La medida está destinada a crear empleos, reducir las facturas y fortalecer la seguridad energética nacional luego del sacudón que provocó la guerra en Ucrania, que hizo subir los precios de la energía con el consecuente perjuicio para los hogares británicos y del resto de Europa.
Los objetivos de la arremetida rusa y la magnitud de las agresiones no estaban claros de inmediato. Moscú no hizo comentarios al respecto. Hubo varias personas heridas.
Según el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, John Kirby, la información recopilada indica que el país asiático proporcionó recientemente sistemas de lanzamiento y varios misiles balísticos al Kremlin.
El presidente ucraniano agradeció la colaboración del Reino Unido en la defensa aérea y las capacidades de largo alcance, subrayando la importancia de la cooperación en materia de defensa. Ambos líderes también destacaron el trabajo conjunto sobre el acuerdo bilateral de garantías de seguridad para Ucrania.
En la capital Kiev quedaron sin luz unas 250.000 personas en el marco de una “campaña de terror” que denunció el presidente Volodimir Zelenski. De 99 misiles arrojados, 72 fueron derribados por las fuerzas de defensa antiaérea.
Entre ellas, también fue alcanzada la capital Kiev, que según el fiscal general ucraniano fueron las embestidas más importantes “en mucho tiempo”. La mayoría de las víctimas son civiles.
Seis edificios de su capital, Feodosia, sufrieron daños y sus residentes tuvieron que ser evacuados. Desde Rusia afirmaron que “los aviones enemigos, dos Su-24 que efectuaron el lanzamiento de misiles aire-superficie, fueron derribados por las defensas antiaéreas”.
Los ataques también hirieron a nueve personas y provocaron incendios en viviendas, en un centro médico privado y en un gasoducto local.