El acuerdo entre el Gobierno, la UIA y la CGT para garantizar que los trabajadores que están sin actividad a causa del aislamiento cobren el 75% de su sueldo, generó posturas encontradas entre los gremios rosarinos.
Los trabajadores que no estén en actividad percibirán un 86 % de salario de bolsillo, mientras que los que siguen con sus labores recibirán la totalidad de los haberes.
La empresa emplea a unos 500 trabajadores, a quienes sólo les pagó la mitad de los sueldos correspondientes a la primera quincena de abril.
El secretario de la UOM aseguró que hubo un acuerdo para que al menos en los próximos cuatro meses no haya despidos en el sector. Dijo que cobrar el 70 % cuando se está suspendido “es un mecanismo que se utiliza siempre en situaciones de emergencia”.
La firma Ternium-Siderar anunció que pagará entre el 50 y el 75 por ciento de los salarios a los empleados de seis plantas ubicadas en la provincia de Buenos Aires, las cuales se encuentran paralizadas desde que comenzó el aislamiento obligatorio.
Lo aclaró luego de haber estado en contacto con el titular de la UOM de Campana, quién sí está internado por esa enfermedad. De todos modos, el gremialista nacional permanece aislado.
Se trata de Abel Furlán, titular de la seccional Zárate - Campana del gremio metalúrgico y ex diputado nacional del peronismo. Varios dirigentes, incluido el secretario general a nivel nacional, Antonio Caló, quedaron aislados preventivamente.
Antonio caló dijo que “por ahora” su sindicato no elevó reclamos a las empresas del sector para tomar medidas. En chaco, 500 metalúrgicos permanecen en cuarentena por haber tenido contacto con un ingeniero italiano.
Entre las principales organizaciones sindicales que comenzaron a llegar más temprano, se encontraba una importante columna de la Uocra, de los trabajadores bancarios, de los del sector de sanidad, Smata y los metalúrgicos de la UOM.
“En estos primeros 45 días del nuevo gobierno nacional hay una leve mejoría”, indicó Antonio Donello, secretario general de la seccional Rosario, pero aclaró que “venimos de cuatro años donde todo se destruyó”.
Los trabajadores iban a trabajar y se encontraron con la puerta cerrada. El plazo estipulado por el gobierno de la provincia de Buenos Aires había sido de 15 días, durante los que se iba a negociar entre la empresa y los trabajadores bajo la intermediación del ministerio de Trabajo del gobierno de Axel Kicillof.
La firma se encontraba paralizada a la espera de inversiones para su reactivación. Los trabajadores acarrean conflictos desde hace meses por la crisis económica que vive el sector.