Los diputados y senadores advirtieron que se produciría "una dura y sostenida protesta en Australia" si se llega a extraditar al fundador de WikiLeaks
El documento cuenta con la firma de cerca de 60 diputados de la Nueva Unión Popular Ecologista y Social (Nupes) y busca "castigar el acoso judicial" que se ejerció todo este tiempo contra el periodista.
La reunión se da horas después de que, en Brasil, más de 2.000 académicos, dirigentes políticos, científicos, empresarios y entidades sindicales enviaron una carta al presidente Luiz Inácio "Lula" da Silva, para que le otorgue asilo político al periodista australiano.
El fundador de WikiLeaks busca no ser extraditado a Estados Unidos mientras "la familia de Julián observa horrorizada, y todas las personas imparciales del mundo observan con profunda inquietud y alarma" su caso.
Los diputados enviaron una carta al fiscal general y secretario de Justicia de Estados Unidos, en la que le piden que "ponga fin al procedimiento de extradición contra Assange", a quien Washington acusa de delitos informáticos.
El grupo de directores y editores, que trabajó con el periodista australiano recordó que en su momento “sintió la necesidad” de cuestionarlo por sus revelaciones en 2011 pero ahora se unieron para expresar su “profunda preocupación por la continua persecución”.
"Libertad de prensa" y "liberen a Assange", son algunos de los mensajes que se repitieron en las banderas y carteles de los simpatizantes del periodista de 51 años que coparon la zona frente al río Támesis.
El australiano, de 51 años, está detenido en la prisión de Belmarsh, en Londres. Antes de ser detenido por la justicia británica estuvo siete años refugiado en la embajada de Ecuador en esa ciudad.
La justicia estadounidense quiere juzgarlo por difundir a partir de 2010 más de 700.000 documentos secretos sobre las actividades diplomáticas y militares estadounidenses, en particular en Irak y Afganistán.
La aprobación se produce después de que un tribunal británico dictaminara el pasado mes de abril que el periodista podía ser enviado al país norteamericano. Allí enfrentará cargos de espionaje y podría ser sentenciado hasta con 175 años de prisión.
El activista de Internet deberá esperar la decisión de la ministra del Interior del Reino Unido para saber sobre su destino. Aún le queda el recurso de la apelación.
La máxima corte denegó el pedido del fundador de WikiLeaks porque "no constituía una cuestión legal discutible".