La coalición, integrada por ocho partidos de ideologías diversas y encabezada por Naftali Bennett, decidió hoy su disolución y el adelantamiento de los comicios presidenciales, tras largos meses de intentos por lograr una estabilidad que finalmente nunca encontraron.
La diplomacia del Kremlin subrayó que “el origen judío del presidente (Zelenski) no es garantía de protección contra el neonazismo rampante” en Ucrania. También acusó a Kiev de producir una “epidemia de profanación y destrucción de monumentos a los verdaderos justos del mundo”.
El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Yair Lapid, señaló que "la palabras de Lavrov son imperdonables e indignantes, así como un terrible error histórico. Los judíos no se asesinaron a sí mismos durante el Holocausto. El nivel más bajo de racismo contra los judíos es acusar a los judíos de antisemitismo",
Las fuerzas de la policía israelí entraron este viernes por la mañana al recinto sagrado para el islam y el judaísmo, mientras jóvenes palestinos lanzaban piedras en su dirección.
La situación es complicada, ya que la oposición también tiene 60 bancas, y si logra que al menos un diputado más se una a ella podría presentar una moción de censura, derribar al Gobierno y lograr que se convoquen elecciones anticipadas.
La organización expuso que son “políticas crueles de segregación, de desposesión y de exclusión”. La Autoridad Nacional Palestina consideró que el informe es “valiente y justo”.
El encuentro se realizó en el palacio privado del jeque Mohamed bin Zayed Al Nahyan y se prolongó por más de cuatro horas. El árabe dijo que espera que esta visita “contribuya a que haya una mayor cooperación en beneficio de los pueblos de ambos países y de la región”.
El canciller Yair Lapid dijo que “durante demasiado tiempo, las únicas dos opciones eran conquistar Gaza o la violencia sin fin” y que ambas opciones “son malas”. Plantean hacerlo en dos fases pero sin negociar con Hamas.
La sesión especial del Parlamento fue comunicada por el presidente de la Knesset, Yariv Levin, y el líder opositor, Yair Lapid, elogió el anuncio y añadió que el “Gobierno de unión está en marcha por el bien de los ciudadanos de Israel”.
Las negociaciones reunieron durante tres días a equipos de los principales dirigentes de izquierda, centro y parte de la derecha. El objetivo de la coalición es desbancar al primer ministro Benjamin Netanyahu que permanece en el poder desde hace 12 años. Además, este miércoles fue elegido un nuevo presidente.
Los sondeos predicen una ajustada puja entre dos bloques claramente definidos: los que apoyan un nuevo Gobierno encabezado por Netanyahu y los que quieren a "cualquiera menos Bibi", como se conoce al primer ministro israelí con más tiempo en el poder.