La historia de esta exquisita tradición se remonta al siglo 8, cuando según cuentan, un joven médico de nombre Pantaleón (hoy conocido como San Pantaleón), solía peregrinar por Italia, curando a los enfermos y ayudando a los pobres. En una de esas peregrinaciones, el médico le pidió a una familia muy humilde si sería tan amable de hacerle un lugar en su mesa e invitarlo a comer.

Para agradecer, les predijo «un año de pesca y cosechas excelentes». Por supuesto que la profecía se cumplió. Dicho episodio ocurrió un día 29 y se dice que los campesinos le habrían ofrecido al santo una comida simple y económica: ñoquis.

La tradición de poner dinero debajo del plato, como símbolo de los buenos deseos, es más moderna y según cuentan, se debe a la viveza criolla. Habría sido una estrategia de los restaurantes para atraer clientes, a partir de ¿falsas? promesas.

Ingredientes

  • Para los ñoquis: Papa (1 y ½ kilos), harina 0000 (300 grs), polvo de hornear (1 cdta), queso rallado (100 grs), huevo (1), yema (1), sal (1 cdta), nuez moscada a gusto, perejil seco.
  • Salsa Parissiene: Aceite de oliva, manteca, champignones (200 grs), pechuga, cebolla (1/2), ajo (3 dientes), pimienta, jamón cocido (200 grs), cebolla de verdeo( 3), vino blanco (1 vaso), caldo de verdura c/n, crema de leche (400 grs).

Hervir las papas con piel, pelarlas y pisarlas, sumar la harina y el polvo de hornear, el queso rallado, un huevo, una yema, sal y nuez moscada.

Empezar a integrar con cornet y un poco con la mano. Incorporar el perejil seco a la masa. Estirar y cortar los ñoquis y hervir en agua y sal.

Para los fritos, pasar por harina, huevo batido con sal y queso rallado. Freír.

Para la salsa, rehogar en aceite de oliva y manteca los champignones y el pollo en trozos pequeños junto con la cebolla  y ajo picados. Salpimentar y agregar el jamón en tiras. Desglasar con vino blanco y cuando haya evaporado el alcohol sumar el verdeo, un poquito de caldo y la crema.