El Código del Trabajo se sumaría a los nuevos códigos Civil y Comercial y Procesal Penal, ya sancionados por el Congreso que ampliaron y reconocieron nuevos derechos. En el anteproyecto ya trabaja una subcomisión, creada en el marco de la comisión de legislación Laboral, que conduce el diputado y abogado laboralista Héctor Recalde.

De esas reuniones, que se realizan semanalmente, participan representantes de todos los bloques parlamentarios, además de referentes sindicales y empresarios, que realizan aportes para avanzar en el borrador del proyecto, que incorporará los cambios realizados desde 2003 y se adecuará las nuevas realidades sociales.

El nuevo texto incluirá, además, los aportes planteados en los foros federales en los que se discute el nuevo Código Laboral, que ya tuvieron lugar en Rosario y que, a mediados de este mes, será debatido en la ciudad de Mendoza para enriquecer el trabajo de los diputados.

«La intención es sistematizar la normativa laboral en un cuerpo único y coherente», aseguró Recalde, quien destacó que se trata de «poner al alcance de todos, trabajadores, pequeños empresarios, y no sólo abogados, la legislación laboral», al afirmar que el nuevo código traerá «seguridad jurídica» y «mayor información».

En su paso por Rosario, el legislador dialogó con Conclusión y especificó que “es un anteproyecto de Código de Trabajo, puesto que hay un conjunto de leyes especiales, estatutos especiales y leyes generales que en alguna medida dificultan la información, sobre todo pensando que los sujetos a los que va dirigido son fundamentalmente trabajadores. Pero también a micro, pequeñas y medianas empresas que tienen dificultad de acceder a un mayor asesoramiento”.

Recalde caracterizó la realidad normativa y la seguridad que aportaría la codificación como también los alcances del objetivo propuesto: “Unificar toda la legislación existente no es ampliarla, pero mucho menos reducirla, por lo cual reafirmamos que que estamos trabajando en un anteproyecto de código».

Fuentes parlamentarias, en tanto, adelantaron que el anteproyecto está centrado «tanto en el derecho colectivo del trabajo como el individual, y contempla desde la jornada de trabajo hasta la prevención y reparación de los riesgos del trabajo».

En ese sentido, las fuentes revelaron que el borrador en el que trabajan los asesores de los diputados tiene más de 250 páginas de letra chica, lo cual constituye y un arduo trabajo de sistematización de las diversas leyes y modificaciones a la Ley de Contrato de Trabajo (LCT), de 1974, que fue reformada en la década del 90.

Si bien la idea de este trabajo es hacer un reordenamiento de la legislación vigente y adecuarla, el nuevo código no pretende cambiar el espíritu del abogado laboralista asesinado por la dictadura militar Norberto Centeno (*), autor del anteproyecto que fue el antecedente principal del Régimen de Contrato de Trabajo.

De todos modos, fuentes parlamentarias recordaron que la propuesta responde a un mandato concreto de la Constitución, porque el artículo 75, en el apartado 12, señala que entre las atribuciones del Parlamento está el «dictar los Códigos Civil, Comercial, Penal, de Minería, y del Trabajo y Seguridad Social».

En ese sentido, el anteproyecto plasmaría además los fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación dictados entre 2004 y 2014, recogiendo las sentencias en lo referente a los principios protectorios, de progresividad, reparación integral, de no discriminación y de estabilidad, entre otros.

El texto contemplará además las más de 52 leyes laborales aprobadas por el Congreso desde 2003, y cuya sanción fue destacada por la presidenta Cristina Fernández, en su último mensaje ante la Asamblea Legislativa, el 1 de marzo pasado.

Entre las normas que se codificarían, se encuentran el nuevo Estatuto del Peón Rural, la norma que incorporó los tickets alimentarios al salario de los trabajadores y el nuevo Régimen de Contrato de Trabajo para el Personal de Casas Particulares, entre otras.

También, entre las leyes aprobadas que serán contempladas en el nuevo Código, se encuentran la Prohibición del Trabajo Infantil, que elevó a 16 años la edad mínima de admisión al empleo; las modificaciones a la Ley de Accidentes Laborales, que fue declarada inconstitucional por la Corte Suprema, para elevar los montos de las indemnizaciones -fijadas anteriormente en niveles mínimos- y restaurar el derecho a la acción civil, así como la prohibición del cambio de condiciones laborales de manera unilateral por parte de las empresas.

Por otra parte, el nuevo código podría incluir también la extensión de un mínimo de 21 días de vacaciones; la ampliación de 90 a 100 días de la licencia por maternidad, a 15 por paternidad y equiparación de los derechos entre padres adoptantes y biológicos, entre otras cuestiones, que ya están siendo analizadas por la cámara baja y podrían tener dictamen en las próximas semanas.

 

 

(*) Norberto Oscar Centeno – La persecusión a los abogados del movimiento obrero

Desaparecido el 6 de julio de 1977, en la denominada «Noche de las Corbatas»

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Norberto Oscar Centeno fué un prestigioso abogado laborista y especialista en Derecho del Trabajo. Escribió dos libros en la materia y numeroso material en revistas especializadas. Fue autor de la «Ley de Contrato de Trabajo» y la «Ley de Asociaciones Profesionales», que fueron suspendidas por la dictadura. Se desempeño como abogado del Sindicato de Choferes, Unión Gastronómica, Unión Obrera Metalúrgica y Asociación Obrera Textil, así como asesor de la C.G.T. regional Mar del Plata y Capital Federal.

Centeno fue secuestrado y llevado al centro clandestino de detención en la Base Aérea de Mar del Plata,  donde murió por la torturas recibidas. Su cuerpo apareció el 11 de julio cerca de Miramar. La fecha de la muerte según el certificado de defunción se produjo el día 9 de julio, y se dio como causa del deceso «shock traumático hemorrágico».

La Federación Argentina de Colegios de Abogados (FACA) ha instaurado el 6 de julio como el Día Nacional del Abogado víctima del terrorismo de Estado.

Entre la tarde del seis y la madrugada del trece de julio de 1977 fueron secuestradas en Mar del Plata once personas, entre ellas varios abogados.

La lista incluyó a los letrados Norberto Centeno, Salvador Manuel Arestín, Raúl Hugo Alaiz, Camilo Ricci, Carlos A. Bozzi y Tomás J. Fresneda. Las otras cinco personas fueron José Verde y su esposa, María de las Mercedes Argañaraz de Fresneda -embarazada de 4 meses- María Esther Vázquez de García y su esposo Néstor Enrique García Mantica.