La muerte producida ayer de un trabajador afectado a tareas encaradas por la Empresa Provincial de la Energía fue la tercera en los últimos tres meses.

En virtud de ello, el titular del Sindicato de Luz y Fuerza de Rosario, Alberto Botto, le dijo a Conclusión que aún “sin hacer consideraciones en este momento cuando todo está investigándose”, en esta época del año “aumentan los requerimientos de los trabajadores, producto de las interrupciones del servicio, razón por la cual se está trabajando bajo presión”.

En ese sentido, Botto fue prudente al no abrir juicio sobre las causas que produjeron los dolorosos hechos, ya que “hay que esperar que dicen las pericias”.

No obstante, el dirigente gremial expresó que “a veces la vocación de servicio por parte de los compañeros juega en contra, aunque no digo que eso haya sido producto de errores humanos, tal vez haya tenido que ver con otra cuestión”.

“En realidad es un combo de situaciones por las que estamos pasando y por eso aprovechamos la oportunidad para pedirles a los compañeros que se cuiden, que piensen en la integridad personal de cada uno de ellos y a la sociedad que ayude un poquito siendo tolerantes, ya que muchas veces los compañeros no tienen nada que ver con las interrupciones que se producen en el servicio eléctrico”.

En otro sentido, el gremialista aclaró que “si bien las inversiones durante estos últimos años han sido más que importantes, no hay que desconocer que hace más de veinte años, fundamentalmente cuando a esta empresa se la quiso privatizar, no solamente se desinvirtió totalmente, sino que se sufrieron tres procesos de retiros voluntarios donde se fue mucho personal capacitado”.

“Podríamos decir que en la década del ‘80, cuando se recuperó la democracia, teníamos entre 4.500 y 4.700 trabajadores en la EPE en aquella época, hoy somos 3.700 distribuyendo el doble de energía eléctrica – especificó – y es una situación compleja”.

Consultado acerca de si existen reclamos por parte de los trabajadores en cuando a deficiencias en las condiciones laborales, Botto expuso: “No se trata de que las condiciones laborales en la EPE no son buenas, pero sí por ahí, muchas veces hay falta de equipamientos como por ejemplo vehículos, pero no en el caso de indumentaria”.

“Por ejemplo, la EPE es la única empresa del país que tiene ropa ignífuga, que previene las quemaduras, y es un tema que hemos logrado superar y solucionar, hoy la preocupación pasan justamente por el trabajo en altura, el de las electrocuciones que es sobre lo que se están trabajando, los cursos de capacitación se dan y la presencia de los sectores de seguridad está. El tema es que hay que analizar la naturaleza de por qué a pesar de todo ello sigue sucediendo”, indicó.

Finalmente, el dirigente sindical afirmó: “Ha sido un final de año difícil y un comienzo de año aún más y esto lo estamos observando de cerca desde el sindicato”.

Foto: Salvador Hamoui