En los más de tres años de Gobierno de Mauricio Macri cerraron alrededor de 33 mil kioscos. Los principales motivos son el derrumbe del consumo, que derivó en una sostenida caída de las ventas, el aumento de los alquileres y de las tarifas de los servicios públicos, los comercios siguen bajando las persianas, fenómeno que se aceleró en los últimos meses.

En los últimos 4 años cerraron 33 mil kioscos en todo el país, según informó la Unión de Kiosqueros de la República Argentina. De los 120 mil kioscos que había en 2015, hoy queda 87 mil, lo que significa una caída del 28 por ciento.

Se trata de comercios que son manejados en su mayoría por familias y en el último año se sumaron al rubro trabajadores que quedaron desempleados.

El cierre de kioscos es el rostro visible de lo que ocurre en las fábricas, donde marcas emblemáticas debieron bajar la producción, disponer la suspensión de trabajadores o incluso cerrar la planta.

Además en los últimos 4 meses se sumaron 5 mil locales a los que bajaron la persiana. Este aumento se dio más allá del congelamiento en las tarifas de luz que realizó el Gobierno y la estabilidad del dólar, lo que permitió que las listas de precios no tuvieron fuertes alzas. Estiman que se perdieron al menos 33 mil puestos de trabajo, si se tiene en cuenta que en cada kiosco trabaja al menos 1 persona.

También, entre los kioscos se genera una competencia salvaje, según coincidieron desde la Unión de Kiosqueros y desde la Cámara de Kiosqueros Unidos. Esto se da por un lado porque en el último año se sumaron a tener comercios personas que se quedaron desempleadas e invirtieron su indemnización en esta actividad. Y por el otro lado, porque locales que debieron cerrar sus puertas reabrieron en forma de kioscos-ventana, es decir, mediante la venta de mercadería desde sus mismas casas.

Fuente: Infogremiales