La Unión Recibidores de Granos y Anexos (Urgara) y la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines (Ftciodyara) decidieron continuar la huelga nacional en todos los puertos granarios del país por tiempo «indefinido» ante «la ausencia de oferta salarial por parte de las patronales».
El grave conflicto ya lleva nueve días ininterrumpidos y aún «no hubo propuesta de las cámaras», señalaron los secretarios generales de ambas organizaciones gremiales, Pablo Palacio y Daniel Yofra, respectivamente, en un comunicado difundido esta tarde.
Al paro general se sumó el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (Soea) de Puerto San Lorenzo, uno de las principales estaciones marítimas de exportación de cereales. «La huelga continuará por tiempo indefinido, luego de 8 días y la ausencia de acuerdo y tras una audiencia de diez horas en el Ministerio de Trabajo el último lunes», afirmaron.
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Palacio reivindicó «el legítimo derecho de huelga» ante «la intransigencia de las cámaras patronales, que justifican su accionar con falsedades y acusan a los trabajadores de la actividad de cometer actos ilícitos en el contexto de la justa medida de fuerza».
«¿Alguien puede creer que esas empresas pierden 100 millones de dólares diarios, como señalaron, y que no pueden afrontar un aumento salarial?», cuestionó Palacio, quien aseveró que «un solo día les alcanza y sobra para abonar el aumento de todo el año».
El dirigente gremial puntualizó que las cámaras incumplieron «los acuerdos firmados, porque en el caso de aceiteros la revisión salarial de 2020 estaba prevista para agosto, mientras que con la Urgara no firmaron aumento anual alguno y debía regir en julio».
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Palacio reclamó que las cámaras cumplan «el acuerdo del período y ajusten el 25 por ciento, ya percibido, para elevarlo a un 35 por ciento, según la inflación proyectada para 2020», y también exigió «el pago de un bono anual según la pauta ya rubricada».
Según el gremio, un trabajador de la actividad necesitará en enero próximo 93.280 pesos para cubrir las necesidades básicas familiares, y explicó que los actuales básicos iniciales de convenio «no llegan hoy a 70 mil pesos, y aún está pendiente el reajuste de este año».
Los gremios exigen el pago del bono por «el trabajo esencial realizado durante la pandemia de coronavirus, ya que las plantas y puertos aceiteros y cerealeros nunca dejaron de funcionar, por lo que el personal no puede resignarse al congelamiento».
«Las patronales acusan a los gremios, mienten y presionan al Gobierno y a la sociedad para que los trabajadores aparezcan como privilegiados y locos, pero solo exigen lo que es un derecho para tener una vida digna», concluyó Palacio en el comunicado.
